El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, advirtió ayer sobre los riesgos de la revolución biotecnológica que permite la procreación humana con independencia de la relación sexual y convierte al hombre en «un producto de laboratorio». En su discurso inaugural de la 110ª Asamblea Plenaria de la CEE, Blázquez destacó que la capacidad científica se ha ampliado inmensamente, lo que «exige sabiduría para no conculcar los límites de la dignidad» del hombre. “Debemos respetar los límites que no debemos traspasar, sin pretender grandezas que superan nuestra capacidad», avisó el cardenal Blázquez, que se refirió también a la «ideología de género» que «a veces se intenta imponer como pensamiento único hasta en la educación de los niños». Además, advirtió de que el sexo es constitutivo de la persona, «no es una característica secundaria».