Si este verano quisiéramos viajar a uno de los astros situados en nuestro vecindario estelar, el primer recurso que necesitaríamos incluir en la mochila espacial sería un mapa completo de nuestra galaxia. Hasta ahora, la carta astral más completa de que la que disponíamos contaba con hasta 250 mil millones de estrellas y proporcionaba una visión en tres dimensiones de la Vía Láctea. Pero a partir de este mismo jueves, podríamos disponer de un nuevo atlas tridimensional con más de 2.400 puntos de referencia más: el inconstante brillo de las cefeidas, un tipo de estrellas jóvenes cuya luminosidad, temperatura y diámetro varía regularmente y que hasta ahora se habían resistido a entrar en el mapa celeste.

Este actualizado atlas, publicado en la revista 'Science', se presenta ahora como el mayor y más completo obtenido hasta la fecha. De ahí que los investigadores responsables de esta nueva cartografía estelar expliquen que esta ampliada visión del cosmos, además de asombrar a sus espectadores terrícolas, permite confirmar los hallazgos anteriores sobre la porción del universo en la que nos encontramos. Esta nueva instantánea de las estrellas corrobora que la Vía Láctea está algo torcida. Es decir, que cuenta con una estructura deformada, por no decir 'abollada', y que su disco estelar no es completamente plano sino que tiene forma de S. Estas características, según argumentan los investigadores, podrían haber sido causadas por antiguas interacciones con galaxias satélites, gas intergaláctico o materia oscura.

"Si observamos las estrellas lejos de la luz de las ciudades, la banda de la Vía Láctea parece leche derramada sobre el cielo. Pero, en realidad, seguimos estando lejos de entender la estructura interna y la historia de nuestra galaxia", explica Dorota Skowron, una de las investigadoras responsables de este nuevo estudio y miembro del Experimento de lente óptica gravitacional (OGLE). "Esta dificultad se debe a que es extremadamente difícil medir las distancias en nuestra galaxia. Por suerte tenemos las cefeidas, existe un tipo de estrellas variables llamadas cefeidas que son lo suficientemente brillantes para ser vistas", añade la investigadora de la Universidad de Warsaw.

LATIDO DE ESTRELLAS

Este no es el primero, ni seguramente el último, mapa de nuestra galaxia que asombre por su magnitud. En este caso, sin embargo, los investigadores reclaman que su creación cuenta con un matiz único que marcaría la diferencia con los demás atlas publicados hasta la fecha. "Este nuevo mapa tridimensional de la Vía Láctea es el primero que está basado en la distancia directa de centenares de objetos individuales tan distantes como los límites del disco galáctico", comenta Przemek Mróz, uno los investigadores responsables de la creación de este nuevo mapa galáctico en tres dimensiones.

En este caso, el punto de referencia utilizado para dibujar los límites de nuestra Vía Láctea ha sido el telescopio chileno del Observatorio Las Campanas. Gracias a esta sofisticada herramienta astronómica, resguardada en la cordillera de Los Andes, los investigadores pudieron crear una imagen detallada de la posición de las estrellas de nuestra galaxia en la que, esta vez sí, se incluía el 'latido de las cefeidas' en relación a nuestro Sol. Esto, a su vez, también ha permitido conocer más acerca de estos intermitentes astros. "Pudimos estimar la edad de las cefeidas basándonos en su periodo de pulsación. Las más jóvenes se sitúan cerca del centro de la galaxia, mientras que las más antiguas están cerca del borde", añade Jan Skowron, del equipo resposable del nuevo mapa tridimensional de la Vía Láctea.