Un mes después de que al mundo se le encongiera el corazón al ver caer la aguja central y el techo de la catedral de Notre Dame, pasto de las llamas de un pavoroso incendio, estudios de arquitectura de medio mundo están lanzando sus propuestas para la reconstrucción del emblemático templo parisino, patrimonio de la humanidad. Entre las ideas más descabelladas, una piscina en su techo, un colmenar gigante o una granja hidropónica.
Paralelamente, las fundaciones gestoras de las colectas, dependientes del Ministerio de Cultura y el Arzobispado- se han quejado de que aún no han visto los 850 millones prometidos tras el fuego (incluidos los sonados anuncios de 100 y 200 millones prometidos por las familias Pinault y Arnault, propietarios de los conglomerados de lujo Kering y LVMH).
He aquí algunos de los diseños que más ojipláticos han dejado en las redes sociales:
1) GRANJA HIDROPÓNICA (VINCENT CALLEBAUT)
El arquitecto ecológico belga Vincent Callebaut propone una versión ecológica de la catedral reconvertida en una granja hidropónica gracias a un techo y aguja de cristal. Su propuesta está inspirada en el biomimetismo, que busca unir ciencia, arte y espiritualidad, a través de "una relación simbiótica más justa entre los seres humanos y la naturaleza, símbolo de un futuro ecológico y resilente", afirma. Bajo el título Palingenesis -derivado de la palabra griega que significa renacimiento- la idea de Callebaut es unir la nave, el tejado y la futura aguja del templo. La cubierta gótica de cristal produciría toda la electricidadd, el calor y la ventilación pasiva que la catedral podría necesitar mediante el uso de energías renovables. Albergaría un jardín cultivado por voluntarios y asociaciones caritativas para ayudar a los parisinos más necesitados. Callebaut estima que cada año se podrían cosechar y redistribuir directamente y de forma gratuita hasta 21 toneladas de frutas y verduras, con un mercado semanal de agricultores en el patio de la catedral.
2) LLAMA GIGANTE Y ETERNA (MATHIEU LEHANNEUR)
El diseñador francés Mathieu Lehanneur propone reconstruirla como era... !durante el incendio!. La llama dorada estaría fabricada con piedra de lava. "Me encanta esta idea de un momento congelado en la historia que puede durar siglos. El proyecto es una llama monumental que permanente cubierta de hojas doradas. Para mí, es una forma de capturar la catástrofe y convertirla en belleza, convirtiendo lo efímero en permanencia", ha definido el diseñador.
3) CONEXIÓN CIELO Y TIERRA (VIZUM ATELIER)
La propuesta del equipo eslovaco Vizum Atelier es una aguja muy alta con un haz de luz que ilumine el cielo. "En tiempos góticos, los constructores intentaban alcanzar el cielo, Le Duc (arquitecto francés del siglo XIX) lo intentó también y se ha acercado. Ahora es posible hacerlo realidad. Una corona ligera que conecta el cielo con la tierra", indica el estudio en una publicación en Instagram.
4) LA PISCINA CONTEMPLATIVA (ULF MEJERGREN ARCHITECTS)
"La mayoría de las propuestas que hemos visto ponen demasiado énfasis y esfuerzo en la aguja, una adición bastante reciente construida en la renovación del siglo XIX. Creemos que la catedral se ve mucho mejor sin el chapitel y el techo revestido con led. En su lugar, dejamos que los campanarios, los contrafuertes y los rosetones hablen.
Dado que estamos en el epicentro de París, la capital cultural del mundo y una ciudad llena de alegría de vivir, donde no planeamos reconstruir el techo como estaba. En cambio, estamos proponiendo un espacio público meditativo, una experiencia espacial complementaria al edificio con vistas incomparables sobre París. La aguja ya no está, pero las 12 estatuas de los apóstoles que se guardaron durante la restauración y lograron escapar del fuego, están nuevamente en el techo, ahora como guardianes alrededor de una gran piscina pública que ocupa todo el techo. Tal vez la piscina se reemplace en un centenar de años, convirtiéndose en otra capa de grandes historias para el futuro", explica en su web el estudio sueco.
5) UN HOGAR PARA ABEJAS (STUDIO NAB)
Este proyecto propone transformar la cubierta de la catedral en un invernadero para que campen las abejas. Estos insectos, según NAB, son "incansables trabajadoras", y sería "un homenaje a los constructores de la catedral". También sería "un homenaje a las colmenas que sobrevivieron al fuego" y "una forma para reintroducir la vida en París". En última instancia, sería como "producir el famoso néctar de los dioses en el corazón de la nueva flecha convertida en colmenar".
