María Sevilla, la mujer que preside Infancia Libre y fue detenida el 1 de abril por secuestrar y retener a su hijo de 11 años en una finca de Villar de Cañas (Cuenca), había denunciado hasta por tres veces a su ex marido, Rafael Marcos, a quien acusó de abusar sexualmente de su hijo. La abuela del crío le advirtió que el padre se paseaba desnudo cerca del menor y le metía el dedo por el ano. También, explicó entonces, "le toca y le chupa las tetas a una de sus tías". Como consecuencia de esas acusaciones, desde noviembre del 2011 el padre no pudo ver a su hijo. Los tribunales archivaron el caso en el 2014 por la "ausencia de indicios racionales de criminalidad en el acusado". Ahora la madre está acusada de secuestro del menor.

Un psicólogo del juzgado descartó ya hace cinco años la existencia de los abusos sexuales y advirtió de "la posible instrumentalización de la denuncia por parte de la madre" en medio de la disputa por la custodia del menor. Ese mismo año, un auto del juzgado de Valdemoro (Madrid) también recogía "la estrategia de eliminación de la figura paterna" que estaba llevando a cabo la mujer, "trasladando al menor sus propias experiencias. El menor tiene la idea de que su padre es malo y que todos los papás son malos".

"TODOS LOS PADRES MIENTEN"

Otra psicóloga que se entrevistó con los padres y el niño ya pidió entonces, el 25 de junio del 2014, que la madre no siguiera "ejerciendo las labores de guardia y custodia". El menor, explicaba en su informe, "exhibe un concepto negativo de la figura paterna en general" y llegaba a afirmar que "todos los padres mienten. Todos los padres pegan a sus hijos". El crío, entonces de siete años, llegó a comentar a la psicóloga y a la trabajadora social del juzgado: "Mi mamá me ha dicho que Dios os va a destruir porque queréis que vea a papá Rafa". Varios colegios donde estuvo matriculado el niño avisaron de su "absentismo reiterado". Uno de ellos, incluso, abrió al menor un expediente.

El 30 de noviembre del 2016, el juzgado de Valdemoro admite que las denuncias por abusos sexuales presentadas por la madre han producido "la interrupción durante años de la debida y necesaria relación afectiva y familiar entre Rafael Marcos y su hijo" y establece un régimen de visitas para que padre e hijo se reencuentren. Una de aquellas denuncias había sido presentada incluso por una feligresa de la iglesia evangelista de la que la madre era seguidora. Durante los encuentros vigilados con su padre, en el punto de encuentro, y a pesar de que la madre había explicado que el crío no quería acudir, el psicólogo informó de que el menor quedaba "contento" y animado, sin mostrar "miedo ni rechazo" hacia su padre, con el que estaba "tranquilo y a gusto".

En marzo del 2017, el juzgado número seis de Valdemoro retiraba la custodia a la madre, que había incumplido el régimen de visitas, y ordenaba entregar el niño a su padre. La mujer desobedeció y se llevó al crío de su colegio de Madrid con la excusa de un trabajo en Granada, donde, afirmó, había firmado un convenio con Podemos para hacer un "estudio para la detección y erradicación del abuso sexual infantil en Andalucía". En todo ese tiempo, el niño vivió con su madre, la nueva pareja de esta y la hija de ambos. Durante los meses en que estuvieron escondidos, el crío, sin escolarizar, recibía clases en casa, su madre ejercía como profesora.

DISCUSIONES CONSTANTES

María Sevilla y el padre del niño se habían conocido en el 2006. Las discusiones de la pareja eran "continuas desde el inicio de la relación", según consta en los informes realizados por el equipo psicosocial del juzgado de Valdemoro. Pero fueron en aumento cuando nació el crío, en julio del 2007, sobre todo por "temas relacionados con la forma de educar al menor". Los peritos también reflejan "discusiones por motivos económicos y puntos de fricción por la adscripción de ambos a la Comunidad de la Iglesia Evangelista, al desvincularse de esta el padre". Rafael decidió separarse en el 2010. Al principio no hubo problemas graves con su exmujer, hasta que el hombre pidió la custodia del niño. La madre se negó y en su respuesta al juzgado, mencionó por primera vez los supuestos abusos sexuales.

María Sevilla participó el 14 de marzo del 2017 como experta en la comisión del Congreso de los Diputados para reclamar al ejecutivo mejoras en la protección de los menores que sufren agresiones o abusos sexuales. Poco después, un juzgado ordenaba su localización.

Finalmente, la policía detuvo a María Sevilla en una finca de Villar de Cañas (Cuenca) el pasado sábado. Cuando los agentes entraron a la vivienda, en una urbanización despoblada, totalmente vallada y con medidas de seguridad que impedían comprobar lo que sucedía en su interior, la mujer, su nueva pareja y sus dos hijos estaban encerrados en una de las habitaciones. La niña se comportaba "como si llevase tiempo aislada y llegó a olisquear a los agentes".