Una mujer y su hija han convivido casi un año con el cadáver de su abuela y madre, respectivamente, en un chalé de la localidad malagueña de Istán, un hecho que investiga la Guardia Civil para aclarar las circunstancias de la muerte y la razón por la que no alertaron de su fallecimiento.

Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que el cuerpo fue descubierto por los agentes oculto bajo un colchón de plástico y unos cartones, con ropa de calle puesta y algunos ambientadores vacíos alrededor.

La hija de la fallecida, que se estima tenía unos 70 años de edad cuando murió, fue la persona que confesó los hechos después de que el exmarido de la difunta lo descubriera y advirtiera de que había que contar lo sucedido. Tras desplazarse la Guardia Civil al lugar de los hechos, se comprobó que el cuerpo de la mujer estaba ya momificado.

Los agentes del Instituto Armado investigan ahora la fecha exacta en la que se produjo el fallecimiento y las circunstancias por las que madre e hija convivieron con el cadáver, entre las que podría estar el cobro de la pensión o la imposibilidad de afrontar el gasto del sepelio.