La muerte de Manuel, de 9 años, ocurrida en Algeciras (Cádiz) el lunes fue fruto de «la temeridad» del piloto de la lancha que arrolló la embarcación en la que estaba el niño con su padre, en un suceso desvinculado de «cualquier venganza, ajuste de cuentas» y que no tiene «nada que ver con el narcotráfico». El comisario de la Policía Nacional de Algeciras, Luis Esteban, dejó claro ayer que este siniestro, que ha consternado a la comarca, se debió a que el piloto realizó «piruetas y maniobras peligrosas y temerarias», lo que hizo que «perdiera el control y se empotrara contra la barca» en la que estaban el pequeño Manuel, que murió en el acto, y su padre. La zona en la que ocurrió el accidente y el hecho de que la lancha que arrolló al pequeño fuera similar, aunque de menor tamaño, a las «narcolanchas» que habitualmente se utilizan para trasladar hachís desde las costas de Marruecos ha llevado a que el suceso se haya relacionado con la sucesión de incidentes provocados por el narcotráfico en el Campo de Gibraltar.

Algo que ha molestado mucho a la familia del pequeño, que, tras enterrar ayer por la tarde a Manuel en el cementerio nuevo de Algeciras, difundió un comunicado en el que ruega «que no nos mezclen en noticias falsas, que no manipulen un trágico accidente» y que respeten tanto «a un padre que solo pide enterrar con honor a su hijo» como al niño, «un ángel que bien pudiera ser un pescaíto».