La tortuga gigante de caparazón blando del Yangtzé, una especie muy rara que lleva muchísimos años en peligro de extinción, está ya a punto de desaparecer. La última hembra que quedaba de cuatro ejemplares ha muerto en China, según medios estatales, lo que potencialmente condena a la especie a la extinción.

La tortuga hembra, que se cree que tenía más de 90 años, murió el sábado más de 24 horas después de que personal local, junto con expertos internacionales, intentara inseminarla artificialmente, informó el periódico local 'Suzhou Daily' y recoge la CNN.

Según este medio la muerte no se debió a complicaciones por el intento de inseminación artificial, aunque este punto será determinado tras los resultados de la una autopsia para determinar la causa de su fallecimiento.

El diario 'Suzhou Daily' dijo que los expertos recolectaron muestras de tejido ovárico y las almacenarían “para un futuro uso”.

La organización Wildlife Conservations Society considera que la tortuga gigante de caparazón blando del Yangtzé es la especie de tortuga en peligro de extinción en mayor riesgo en el mundo, y su desaparición se debe a la caza y a la destrucción de su hábitat. Ahora, solo quedan tres en el mundo.