Un niño de 11 años falleció ayer tras recibir un disparo de una escopeta de perdigones, al parecer de forma accidental, en la localidad malagueña de Coín, según informaron a Efe fuentes del servicio de emergencias 112 Andalucía. El alcalde de Coín, Francisco Santos, explicó que el suceso se produjo cuando el menor estaba jugando junto a su hermano de 8 años con una escopeta de aire comprimido que se disparó y alcanzó al niño. El Ayuntamiento ha decretado un día de luto oficial.

El regidor añadió que los niños pertenecen a una familia de origen portugués que pasaba sus vacaciones de Semana Santa en el piso de unos amigos situado en la calle La Feria, ubicada en el centro de la localidad. El suceso ocurrió cuando se estaban celebrando desfiles procesionales en el centro del municipio y causó alarma entre quienes asistían a estos actos al acceder una ambulancia a la zona para atender al pequeño, ha señalado Santos.

Agentes de la Guardia Civil detuvieron al dueño de la escopeta de perdigones y, tras tomarle declaración, fue puesto en libertad. El hombre fue arrestado por un presunto delito de homicidio imprudente.