El móvil revela más de lo que parece y el 'caso Diana Quer' ha vuelto a demostrarlo. La Guardia Civil reconstruyó las últimas horas de la chica a partir del rastro dejado por el teléfono que iba manipulando (su último mensaje fue para lanzar un aviso sobre un hombre que la acosaba) en las antenas de telefonía pero también fue esta la pieza que llevó hasta el detenido, José Enrique Abuín Gey, alias ‘El Chicle’, como presunto autor de su muerte.

El coronel jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Manuel Sánchez Corbí, explicó en la rueda de prensa celebrada este martes en A Coruña, que fue la velocidad de la señal del móvil de Diana lo que permitió determinar que la chica salió de A Pobra do Caramiñal en coche u otro vehículo motorizado y llegó a las 2.58 horas del 22 de agosto al puente de Taragoña, el mismo lugar donde apareció el móvil meses más tarde, cuando lo localizó un mariscador. Eso les ratificó en la tesis del secuestro.

Para cercar a ‘El Chicle’ fue necesario, según Sánchez Corbí, rastrear más de dos millones de datos recabados por las antenas de telefonía sobre las miles de personas que en la fiesta mayor visitaban la población. ‘Big Data’ en estado puro porque los policías piden a las operadoras "las conexiones de móviles en un rango amplio de horas y zonas" y estas les responden con un archivo de Excel. "Y encantados cuando se los das, aunque tienen tienen trabajo para días", explican fuentes del sector. Este martes la Guardia Civil agradecía públicamente la información concedida y revelaba que "tuvieron que crear programas a medida para analizar la información", explicó.

De metros a kilómetros

Así, seguir un móvil sin GPS implica cruzar información de todas las antenas que captan su señal. A partir de tres se fija su posición con un margen de metros. Con solo una, el radio puede ser de hasta cinco kilómetros. La huella con la que se trabaja es el IMSI, un código internacional de 14 cifras que identifica el país, la operadora y el usuario de una red móvil, como el IMEI que identifica el terminal concreto, y se intenta contrastar que los datos coincidan para evitar que se aluda al cruce de tarjetas SIM y terminales.

‘El Chicle’ ofreció voluntariamente su móvil a los agentes de policía cuando le llamaron a declarar como testigo del caso Diana Quer en noviembre del 2016, pero no entregó a los agentes el que estaban buscando. Cuando se lo reclamaron, ofreció otro, pero con los datos “completamente reseteados. Explicó que se le había estropeado". A diferencia del IMEI, el IMSI no es accesible al usuario porque va encriptado.

Localizar el coche

Además del número de móvil, había que buscar otra certeza: el coche. Fue "frustrante", explicaron, peinar cámaras y radares de las carreteras de la zona para intentar localizar imágenes de la chica tras su desaparición. Cuando localizaron el móvil de Diana, un iPhone, no pudieron extraer los rastros del chip hasta que intervino una empresa extranjera que envió su informe en julio del 2017, cuando las diligencias del caso llevaban archivadas desde abril.

Con el informe obtuvieron la ruta definitiva del móvil hasta las 2.58, cuando se le pierde el rastro bajo el puente de Taragoña. Tras analizar las fotos de las cámaras llegaron a tres posibles vehículos sospechosos, de los que la Guardia Civil descartó uno, el otro llevaba remolque y el tercero era el coche de ‘El Chicle’.

Pidieron entonces ayuda a la empresa de análisis fotogramétricos ISV, una consultora de ingeniería con sede en Porriño especializada en la reconstrucción de accidentes, que ofreció el retrato robot del posible coche a partir de las "bolas de luz" que mostraban las fotos. “Trabajamos analizando las imágenes de las cámaras de seguridad de la autovía AG-11, y reconstruimos en 3D las posibles características del vehículo que se adaptaba a lo observado en las imágenes: marca, modelo y velocidad a la que iba”, explica José A. Sabucedo, socio de la empresa.

Optaron por reconstruir los hechos. Cortaron la autovía AG-11 en pleno agosto y guardias civiles y técnicos midieron la ruta, las antenas y reconstruyeron en 3D el escenario. Las conclusiones de ISV excluyeron el remolque. Sus conclusiones las entregaron en un informe este mes de diciembre. “Han sido dos semanas de trabajo en laboratorio y dos meses para elaborar los informes judiciales”, señala.

Técnicos de telefonía llegados desde Madrid aportaron otra pieza que faltaba en las averiguaciones policiales: por qué el móvil de Diana y el del sospechoso seguían rutas distintas al entrar en la autovía. Y es que la telefonía GSM está diseñada de modo que en caso de saturación de terminales (A Pobra en fiestas), una antena distante puede captar el tráfico y por tanto aparecer la señal como más lejana de donde realmente está.

Drones sobre los feriantes

La tecnología también ayudó a descartar hipótesis. Los agentes usaron imágenes grabadas con drones para ubicar los escenarios de las fiestas y dónde se alojaban los feriantes, un colectivo que en un primer momento estuvo bajo sospecha. “Su colaboración fue absoluta y sacamos un dato: uno de ellos reveló que había escuchado una discusión de pareja en aquella zona en aquella hora, lo que ratificó la tesis de que a Diana se la habían llevado por la fuerza”, explicó el coronel Sánchez.

Para la Guardia Civil, poder disponer de los datos telefónicos ha sido clave. “En un momento en que en Bruselas se cuestiona si las operadoras han de conservar datos dos años, tenemos que decir que sin eso muchos casos no se resolverían”, afirmó Sánchez, que reclamó que la medida siga en pie.

Hasta ahora, dijo, las antenas, el 3D y los drones han revelado el escenario. Lo que ocurrió más allá de las conexiones, cuándo murió Diana Quer y cómo, lo tendrán que decir los forenses.