El móvil del asesinato de la familia Troadec por parte de un familiar ha sido un contencioso que desde hace años tenían por unas monedas de oro de una herencia, informó ayer la fiscalía francesa. El fiscal de Nantes, Pierre Sennès, explicó en conferencia de prensa que Hubert Caouissin confesó haber matado con una palanca a su cuñado, Pascal Troadec (49 años), a la esposa de éste, Brigitte (49), y a los dos hijos, Sébastien (21) y Charlotte (18), en la casa de éstos en Orvault. Los investigadores tratan ahora de localizar los cuerpos de esas cuatro personas, que según el asesino confeso, fueron despedazados y en parte incinerados antes de ser enterrados.

El autor del crimen -que podría ser condenado a cadena perpetua- había acudido a la casa de los Troadec en Orvault con ánimo de espiar, para intentar dar con las monedas de oro que sospechaba que su cuñado se había apropiado indebidamente en una herencia familiar. Acudió con un estetoscopio para captar las conversaciones en el interior de la vivienda de los Troadec, y después de que se hiciera de noche, se introdujo en el garaje, donde estuvo escondido hasta que pensó que todos dormían. Del garaje pasó a la vivienda para buscar una llave que le daría acceso a las piezas de oro, pero, alertado por el ruido, Pascal Troadec bajó de su habitación armado con una palanca, se encontró a su cuñado y en el forcejeo los mató. A continuación hizo lo mismo con el resto de la familia.