Los Mossos d’Esquadra estrechan el cerco sobre los tres jóvenes que supuestamente violaron a una mujer durante la madrugada del sábado al domingo en Girona. Los agentes del Área de Investigación Criminal trabajan intensamente para encontrar las grabaciones de cámaras de seguridad que recogieron cómo los cuatro salieron de un bar y se dirigieron al río Onyar, donde se produjo la agresión múltiple. La propia víctima facilitó la descripción de los tres sospechosos. Gracias a la información facilitada por esta, los policías intuyen el paradero en el que podrán localizarlos. De momento, ninguno de ellos ha sido detenido.

La joven coincidió con los tres en un bar de copas ubicado en la calle de Maluquer Salvador. Todos tienen poco más de 20 años y son de nacionalidad española. Este local musical cumple solo aparentemente con el horario de clausura, según diversos vecinos que han preferido no facilitar su nombre por miedo a represalias. Estos aseguran que por una entrada lateral -situada en el vestíbulo interior de un edificio contiguo- “la fiesta” se alarga hasta tarde durante las noches de fin de semana. Sospechan además, que en este ambiente clandestino, en el que las “peleas son frecuentes”, también hay menudeo de drogas.

JUNTOS HASTA EL PUENTE

La mujer y los tres hombres, al parecer, consumieron cocaína. Alrededor de este consumo, según fuentes policiales, se gestó algún tipo de acuerdo -todavía difuso- que hizo que los cuatro se marcharan juntos del bar. Al salir, se dirigieron hacia el río. Presumiblemente, descendieron por una escalera lateral que conduce hasta la zona transitable del lateral del Onyar y caminaron hasta el puente de la Font del Rei. Bajo esta estructura queda una zona sombría en la que ocurrieron los hechos.

Con independencia de que existiera o no algún arreglo que condujera a los cuatro hasta allí, los Mossos investigan este caso como una violación múltiple (cuando hay más de tres agresores) a tenor de la denuncia presentada por la mujer. Ester García, abogada especializada en violencia machista, avisa de que cuando una persona ordena que se detenga el acto sexual y la otra prosigue sin su consentimiento -"forzándola"- debe hablarse siempre de agresión sexual.

AGRAVANTE DE SUPERIORIDAD

Otra fuente jurídica consultada por este diario remarca que el tipo de acuerdo que podrían haber alcanzado -si existió- tan solo podría dificultar “la credibilidad” de la víctima durante un proceso judicial. Pero en caso de condena, el delito sería exactamente el mismo, aclara en el mismo sentido que la letrada. Una violación con el agravante de la superioridad que ejercían los tres hombres sobre la mujer.

"En estas situaciones”, avanzan estas mismas fuentes, la defensa de los procesados -y más si existen restos biológicos que prueban que hubo contacto sexual como en este caso- juega la carta de la relación “consentida”. Pero si la mujer, en el momento “que sea”, haciendo uso de su “derecho íntimo de decidir”, pide que se detengan y es ignorada, el delito es de violación y supone pena de 6 a 12 años de prisión.

DENUNCIA MINUTOS DESPUÉS

Tras la agresión, la víctima se desplazó a pie hasta la comisaría de los Mossos d’Esquadra. Allí pidió auxilio y presentó una denuncia contra los tres hombres. Sucedió poco antes de las seis de la madrugada del domingo. El relato de la víctima, publicado por el diario 'El Punt Avui', detalla que fue agredida sexualmente por los tres, que se turnaron para violarla.

Más de un centenar de personas se han concentrado a las 20.00 horas de este jueves frente al Ayuntamiento de Girona para protestar contra dos agresiones sexuales que se han denunciado en la ciudad en las últimas semanas.

Promovida por dos colectivos feministas, la marcha ha criticado a la prensa por divulgar que existía algún tipo de acuerdo entre víctima y violadores. "Nos quejamos porque somos las mujeres las que sufrimos este tipo de delitos", ha explicado Aroa Moreno, una de las participantes.