El número de muertes anuales en Europa descendió durante la gran recesión del 2008 debido a la bajada de los niveles de contaminación y del número de accidentes laborales y de tráfico, que son los factores que «probablemente» tengan mayor impacto en el incremento de la caída de la mortalidad.

Un estudio publicado en Nature Communications e impulsado por La Caixa, pone de manifiesto que Europa viene experimentando una tendencia al descenso de la mortalidad que no se truncó durante la crisis económica. Los investigadores analizaron los datos de mortalidad diaria y las variaciones registradas en el producto interior bruto (PIB) per cápita en 140 regiones de 15 países europeos entre los años 2000 y 2010. El análisis estadístico del conjunto de los datos no solo mostró una aceleración del descenso en la mortalidad durante el periodo de recesión, sino también reveló que los países y regiones con una recesión más profunda eran aquellos en los que más se acentuaba la bajada de la mortalidad. Otros factores que han influido en el descenso fueron el menor consumo de alcohol y tabaco y el descenso del sedentarismo. No obstante, diferentes estudios sí prueban que la salud mental de la población empeoró durante los años de crisis. Y también aumentaron los suicidios.