Hace una semana, una ligera despresurización fue detectada a bordo de la Estación Espacial Internacional. Los controladores de vuelo determinaron que ésta era "muy pequeña" y que no revestía peligro alguno para los seis astronautas de la Expedición 56, a quienes se les comunicó el problema desde Houston y Moscú en cuanto se despertaron.

Los astronautas se pusieron manos a la obra para encontrar el origen de la fuga, encontrando finalmente un pequeño agujero de dos milímetros de diámetro en la nave de transporte Soyuz MS-09, adosada a la EEI, que en un principio fue atribuido al impacto de un micrometeorito.

La noticia, que recibió una amplia cobertura en las publicaciones especializadas, no habría recibido la atención de la prensa generalista si no hubiera sido por las indagaciones posteriores realizadas por la agencia espacial rusa Roscosmos. Según Dmitri Rogozin, al frente de la organización, el agujero fue causado "por un taladro" y podría haber sido producto de un sabotaje.

El agujero encontrado en la nave Soyuz MS 09, adosada a la Estación Espacial Internacional / EFE

"Es muy pronto para asegurar de forma definitiva lo que ha sucedido", ha asegurado Rogozin, en declaraciones recogidas por la agencia TASS. "Pero parece que ha sido realizado por una mano temblorosa; es un error tecnológico cometido por un especialista; hay restos de un taladro deslizándose por la superficie y no descartamos ninguna teoría", ha continuado, desechando por completo la teoría del meteorito.

"Una cuestión de honor"

Para el responsable de Roscosmos, "es una cuestión de honor .....encontrar al responsable de esto, averiguar si fue un defecto accidental o un sabotaje deliberado y dilucidar dónde se realizó, en la Tierra o en el espacio". Según los expertos, todo apunta a que el orificio fue realizado en tierra, ya que taladrar en situación de microgravedad es extremadamente difícil.

Al margen de la inquietud que haya generado la posibilidad de un sabotaje, el incidente no reviste peligro alguno para los astronautas que deberán regresar a bordo de la nave dañada. Según la NASA, el agujero se halla en un módulo del que se desprende la cápsula y que no sobrevive a la reentrada en la atmósfera.

La Expedición 56 está formada por tres cosmonautas norteamericanos, dos rusos y un alemán. Al mando del grupo se encuentra el norteamericano/canadiense Andrew Feustel, con tres estancias en el espacio y varios 'paseos espaciales'. El segundo en el escalafón de mando es el ingeniero de vuelo ruso Oleg Artemyev, de 47 años para el cual esta misión es su segunda estancia la EEI, tras haber formado parte de las expediciones 39 y 40, entre mayo y septiembre del 2014.

La EEI es un proyecto multinacional que inició su andadura en 1998 y en la que rotan investigadores y cosmonautas de las cinco agencias espaciales participantes: la NASA norteamericana, la Agencia Espacial Federal Rusa, la Agencia Japonesa de Exploración Espacial, la Agencia Espacial Canadiense y la Agencia Espacial Europea. Es el objeto artificial más grande en la órbita terrestre y completa una vuelta alrededor del planeta cada 92 minutos.