Miguel López, el yerno de la viuda del expresidente de la antigua Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala que ha ingresado en prisión provisional como presunto asesino de su suegra, ha alegado ante el juez que la muerte no le reporta ningún beneficio económico. Así lo han informado a Efe fuentes jurídicas presentes en la declaración, que añadieron que López respondió a todas las preguntas y, con una actitud tranquila, insistió en que es inocente y que el fallecimiento de Carmen Martínez no le beneficia en nada porque él es una persona «solvente» que cuenta con suficientes recursos económicos.

El sospechoso, que ha ingresado en prisión provisional y sin fianza por orden del magistrado de Alicante José Luis Lafuente, ha mantenido, además, que nunca estuvo solo en los momentos en los que la víctima recibió los dos balazos a quemarropa que acabaron con su vida, sobre las 19 horas del pasado 9 de diciembre, en el concesionario de coches de Alicante que él mismo regenta.

Según su versión, el hecho de haber estado acompañado siempre por otras personas en esos precisos instantes le otorgan una coartada, aunque la Policía Nacional ha encontrado contradicciones respecto a lo declarado por varios testigos. Esas contradicciones se centran tanto en las actitudes que López mantuvo la misma tarde del crimen como en las referencias temporales que él ha proporcionado a los investigadores sobre sus movimientos.

Así, el sumario refleja, por ejemplo, que la hora a la que el investigado dice haber llegado esa tarde a su domicilio no cuadra con otros testimonios recabados en el curso de las pesquisas. «Está claro que en algunas cosas ha mentido», apuntan las fuentes consultadas sobre el marido de la hija pequeña de la víctima, que admiten, no obstante, la carencia de pruebas concluyentes sobre la autoría del asesinato.

De hecho, los agentes no han hallado en el escenario del crimen restos biológicos que le incriminen y el pinchazo de su teléfono móvil tampoco ha aportado conversaciones que apunten a su culpabilidad. La Policía mantiene como línea de investigación que habría resuelto matar a su suegra para impedir que ésta llevara a cabo cambios en la titularidad de las empresas familiares en favor de su único hijo, Vicente Sala, y en detrimento de sus otras tres hijas. El encausado ha reconocido que cobraba un sueldo como gerente del concesionario inferior al que suele darse para un puesto de sus características.