Las 60 personas que llegaron el pasado miércoles a Barcelona a bordo del buque Open Arms aún no han decidido si pedirán asilo en España. En cambio, todos manifestaron que sí quieren solicitar protección internacional, explicó a Efe la portavoz de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado (CCAR), Pascale Coissard.

Según el Convenio de Dublín, que regula las peticiones de asilo en la Unión Europea, una persona debe solicitarlo en el primer país miembro que pise, aunque puede pedir su traslado en caso de tener familiares en otros Estados.

Algunos de los migrantes que llegaron a la capital catalana manifestaron que están en España «de tránsito», porque tienen familiares en países como Francia o Alemania y también del norte de Europa, como un sirio, que explicó que tiene dos hijos en el país germano que hace 12 años que no ve.

En este tipo de casos, los migrantes podrían pedir asilo en España y hacer constar en la solicitud su situación familiar, por lo que podrían ser trasladados con sus familias.

Coissard recordó que, en el caso del Aquarius, el buque que llegó a Valencia con más de 600 personas a bordo, el gobierno de Francia contactó a España para confirmar que todas las personas que quisieran podrían solicitar asilo directamente en el país franco, algo que no ha pasado con el Open Arms.

Fuentes jurídicas del CCAR explicaron a Efe que no saben cuántas personas pedirán asilo, porque aunque la organización les informó sobre sus posibilidades, «no era el momento para entrar en detalles ni hacer un estudio de profundidad caso por caso».

El pasado miércoles atracó en Barcelona el Open Arms, buque insignia de la oenegé catalana Proactiva Open Arms, tras cuatro días de travesía con 60 migrantes a bordo rescatados el 30 de junio frente a las costas de Libia.