Una fuerte pelea de pareja, al parecer motivada por los celos, provocó que una mujer matara el jueves a su marido y lo enterrara en una pocilga en Vélez Rubio (Almería) con la ayuda de una pala excavadora. Horas más tarde se arrepintió, avisó a los servicios de emergencia de lo que acababa de hacer y se intentó suicidar con la escopeta con la que cometió el crimen.

La mujer, de 47 años, ha sido detenida y permanecía anoche hospitalizada, aunque está previsto que en breve pase a disposición judicial.

Los hechos se produjeron en una granja de cerdos situada en la urbanización Los Guiraos, deshabitada entre semana. Fuentes de la investigación explicaron que a la una de la tarde, la mujer, Encarnación T. M., alertó al 112 de que había discutido con su marido, Antonio López, de 50 años, y le había matado de un tiro en la cabeza con su escopeta de caza.

CON UNA EXCAVADORA A continuación lo desnudó y, envuelto en una bolsa de plástico, se ayudó de una pala excavadora para enterrarle en una fosa para animales muertos en la misma finca. Cuando los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local llegaron a la finca, la mujer estaba muy nerviosa y no recordaba el lugar donde ocultó a su marido, que fue localizado a última hora de la noche. La mujer manifestó a los agentes que "no estaba preparada" para ver el cadáver, por lo que se quedó rezagada y, en un descuido, intentó suicidarse con la misma escopeta que había escondido en un árbol, aunque sólo se hirió en la barbilla.

Muchos de los vecinos se enteraron de lo sucedido al leer en la prensa la esquela de Antonio López. Aseguraron que no se le conocían disputas, aunque otras fuentes apuntaron que la pareja tenía "los problemas habituales en un matrimonio".