Un remoto archipiélago del ártico ruso ha declarado el estado de emergencia ante la "invasión" de más de 50 osos polares que tienen atemorizada a su población, de más de 3.000 habitantes. Las autoridades de Novaya Zemlya han pedido a los ciudadanos que nos salgan de sus casas mientras continúen las visitas de los 52 ejemplares blancos que rondan por las calles de Belushya Guba, el principal asentamiento del archipiélago.

En declaraciones a la agencia de noticias AFP, Alexander Minayev, alcalde del municipio, ha informado de que algunos osos muestran una "comportamiento agresivo", y que incluso han atacado a varias personas, y han entrado en viviendas y edificios públicos.

"La gente tiene miedo, tiene miedo de salir de casa. Los padres temen llevar a sus hijos a la escuela y a los parques", ha explicado el edil.

Varios usuarios de Instagram han compartido imágenes e vídeos del grupo de osos, merodeando por las calles, entrando en alguna guardería y revolviendo la basura en busca de alimento.

Aunque la Agencia Federal de Recursos Amientales se ha negado a emitir licencias para disparar a los animales más agresivos, las autoridades locales de Arkhangelsk contemplan que "apuntar a los animales podría ser la última medida en caso de necesidad".

Siberian Times informa que disparar al aire, tocar el cláxon y levantar barreras no han logrado frenar la invasión de estos animales, y que un equipo de especialistas irá al archipiélago a evaluar la situación.

Según WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), la superviviencia y protección del hábitat del oso polar son "problemas urgentes" a tratar. "La pérdida del hábitat del hielo marino debido al cambio climático es la mayor amenaza para la supervivencia de los osos polares. Otras amenazas clave incluyen los conflictos entre osos polares, la caza insostenible y los impactos industriales", ha denunciado la organización.