Durante tres meses, el Museo de Israel expondrá un fragmento antiguo, escrito en arameo hace 2.100 años y nunca antes mostrado al público, del apócrifo del Génesis. El importante manuscrito, que forma parte de los llamados Rollos del mar Muerto, descubiertos en 1947 dentro las cuevas del Qumrán -en el desierto de Judea-, será expuesto en una vitrina de cristal con la más alta tecnología, diseñada para proteger el escrito de cualquier tipo de degradación. El cristal cuenta con luces que cada 30 segundos iluminan el documento. «Esto es parte de la copia del apócrifo del Génesis, el único testimonio físico de este documento en el mundo», comenta Adolfo Roitman, comisario de la exposición. El pergamino, del siglo I antes de Cristo y escrito en arameo, recoge del capítulo 5 del Génesis al 15.

El fragmento de la Biblia trata sobre Noé y Abraham, y lo que sucedió después del diluvio universal. En la Biblia se dice que Yavhé (Dios) ordena a Noé que salga del arca una vez finalizan las lluvias torrenciales e inundaciones del diluvio, y que realice un sacrificio en agradecimiento a haber sido salvados. Sin embargo, en este escrito se asegura que dicho sacrificio se realizó dentro del arca. «Desde un punto de vista histórico también tendría sentido porque si estamos hablando de la destrucción que arrasó la tierra, el sacrificio lo habría hecho para asegurarse de purificar el exterior», explicó Roitman.