La historia de Keaton Jones, un niño estadounidense víctima del acoso escolar, protagonista de un vídeo reproducido más de 22 millones de veces, ha dado un giro de 180 grados. Después de ganarse el cariño de miles de personas e incluso de numerosas personalidades, como la actriz Eva Longoria y el jugador de baloncesto Lebron James, que tuitearon mensajes de apoyo para el pequeño; esas mismas redes sociales se han vuelto en contra de la madre de Keaton.

Kimberly Jones, la mujer que grabó a su hijo contar entre lágrimas las experiencias de bullying que sufre diariamente en su escuela de Tennessee, ha sido criticada por intentar ganar dinero a cosa del dolor de su hijo. Y es que la mujer presuntamente inició una campaña de micromecenazgo a través de GoFundMe para recoger dinero para el pequeño, muy criticada por numerosos internautas que afearon esta lucrativa iniciativa.

Esta campaña y otra similar, que ya había recogido unos 58.000 dólares para la futura educación de Keaton sin el permiso de la madre del menor, han sido congeladas por parte de la plataforma al sospechar que podían ser fraudulentas.

Por si el asunto no era suficientemente turbio, la madre del chico acosado en el colegio también ha sido acusada de racista. Algunas publicaciones muestran a Jones con una bandera confederada y criticando aquellos que denuncian el racismo en la sociedad estadounidense. "Ella predica contra el acoso cuando ella es la primera acosadora", denuncia una tuitera, que comparte algunas imágenes compartidas por Jones en su página de Facebook.

Algunos usuarios han recuperado mensajes racistas de Jones en Facebook: "Si no estáis sangrando, con los huesos sobresaliendo y podéis respirar, ¡parad de llorar!", escribió la madre de Keaton en uno de sus posts haciendo referencia a la comunidad afroamericana.

La hermana de Keaton, Lakyn Jones, ha salido al paso de todas estas acusaciones en Twitter negando la mayor. Ni son una familia racista ni han iniciado ninguna campaña en Internet para ganar dinero con el vídeo de Keaton.