Decenas de miles de romeros, bajo la lluvia, iniciaron ayer el recorrido que separa Andújar del santuario de la Virgen de la Cabeza, para participar en una de las romerías más antiguas del país, en la que se cree que estuvieron Cervantes y Lope de Vega.

Por las principales calles de la ciudad desfilaron carretas, caballerías, mujeres en la tradicional jamuga (sobre un sillón de madera) y romeros, que recorren 24 kilómetros por el Camino Viejo, iniciándose en la campiña a través de sembrados de regadío y olivares hasta llegar a los cerrillos que anuncian la sierra y al enclave de San Ginés, primitiva ermita donde tiene lugar la primera parada de los peregrinos.

Las primeras de las 203 carretas, un centenar más que en el 2016, que participan este año, llegaban a San Ginés poco después de las once de la mañana, cumpliendo con el horario. La dehesa del Lugar Nuevo, junto al puente de la virgen, es otro de los tradicionales puntos de encuentro entre los llegados por el camino y quienes suben en vehículos a motor por la carretera, y donde se pueden dar cita más de 10.000 personas para comer en hermandad. Se trata de una ruta de gran belleza, al transcurrir por uno de los espacios naturales mejor conservados de Europa, dentro del parque natural Sierras de Andújar, hogar del lince ibérico, de ahí que las administraciones implicadas en el dispositivo de seguridad, en el que participan unos 600 efectivos, hayan hecho un llamamiento a la responsabilidad de los romeros.

El fervor religioso se une con lo festivo, rodeándose con el paso de los años de pequeñas tradiciones como el bautizo en el río de los romeros que acuden por primera vez al encuentro religioso.

Mientras, en el cerro, centenares de personas pasaron la noche bajo una lluvia intermitente, en casa de hermandades, o en acampadas que algunos llevan preparando desde hace días. Desde las 11:30 horas y hasta las 23:00, momento en el que llegó la cofradía matriz, se fueron sucediendo la presentación en el santuario de las distintas cofradías filiales que participan este año en la romería y que atrae a peregrinos de distintos puntos de España y fuera de ella.

La llegada a la basílica menor de la cofradía matriz es uno de los actos más emotivos, en el que cientos de personas se agolpan tras el estandarte para hacer su entrada, mientras ocho banderas de la cofradía comienzan a ondear al viento al son de chicuelinas. Hoy, día grande de la romería, se espera una tregua en el tiempo y que la lluvia deje salir la procesión de la imagen de La Morenita.