El límite máximo de velocidad a 90 km/h en todas las carreteras convencionales (es decir, de un carril por sentido y sin desdoblar) para coches, motos y autobuses entrará en vigor este martes, 29 de enero, lo cual afectará a unos 10.000 de los cerca de 165.000 kilómetros que forman la red viaria de España. Esta medida es la primera de un paquete de reformas puntuales que prepara la Dirección General de Tráfico (DGT) para los próximos meses. Los directores generales de Tráfico y de Carreteras, Pere Navarro y Javier Herrero, respectivamente, cambiarán este lunes la última señal de limitación de velocidad de 100 km/h por una de 90 km/h en la Red de Carreteras del Estado. Lo harán en el punto kilométrico 44,120 de la N-6.

Este martes se igualará el límite de velocidad en todas las carreteras convencionales a 90 km/h para coches, motos, autobuses, autocaravanas de masa máxima autorizada igual o inferior a 3.500 kilos, pick-up, vehículos derivados de turismo y vehículos mixtos adaptables. El tope será de 80 km/h para camiones, tractocamiones, furgonetas, autocaravanas de masa máxima autorizada superiora 3.500 kilos, vehículos articulados, automóviles con remolque y resto de vehículos.

Hasta entonces, las velocidades máximas varían: 100 km/h para automóviles y motocicletas, 90 km/h para autobuses y furgonetas, y 80 km/h para camiones en las carreteras convencionales con al menos 1,5 metros de anchura de arcén o con más de un carril para alguno de los sentidos de circulación, y 90 km/h para coches y motos, 80 km/h para autobuses y furgonetas y 70 km/h para camiones en el resto de las vías secundarias.

"TEMA MUY DELICADO"

Pere Navarro señaló en una entrevista a Servimedia que este cambio se debe a que el 77% de los accidentes mortales en carretera se producen en vías convencionales y las principales causas son la salida de la vía (36% de los casos) y el choque frontal (28%), en las que está relacionada la velocidad.

"Si tenemos que apuntar a carretera convencional y nos aparece la velocidad como la primera causa de accidentes mortales, pues lo suyo es bajar de 100 a 90", añadió, al tiempo que admitió que lo más complicado es hacer cumplir la norma, para cual será necesaria la presencia de más guardias civiles en las carreteras y más radares.

Navarro subrayó que "la velocidad es un tema muy delicado". "Si no se ha hecho en estos últimos años ha sido porque hay gente que piensa que bajando la velocidad se pierden votos o que subiendo la velocidad se pueden ganar votos", aseguró.

En este sentido, recalcó que "es habitual cuando hablas de bajar la velocidad que te ridiculicen y que te pongan de vuelta y media", puesto que se trata de "un tema que culturalmente lo tenemos muy metido".

CAMBIO DE SEÑALES

El Ministerio de Fomento tenía previsto gastar alrededor de 440.000 euros en cambiar las señales con límite de velocidad de 100 km/h a 90 km/h. A esa cantidad hay que añadir lo que habrían destinado al cambio de señalización las comunidades autónomas, las diputaciones provinciales y los cabildos insulares, que también son titulares de vías de ese tipo.

Fuentes del departamento dirigido por José Luis Ábalos informaron a Servimedia de que la bajada del límite de velocidad afecta a 11.856 kilómetros de carreteras estatales y supondría modificar unas 2.700 señales.

Con esta primera medida de calado de la DGT con Pedro Sánchez al frente del Gobierno, España se equiparará a la mayoría de los países europeos, puesto que 14 de ellos tienen actualmente límites de velocidad de 90 km/h en carreteras convencionales (Bélgica, Bulgaria, Chequia, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Portugal), mientras que otros cinco lo tienen a 100 km/h (Alemania, Austria, Irlanda, Polonia y Rumanía), además de España. Suecia cuenta con el límite de velocidad más bajo (70 km/h), por delante de Chipre, Dinamarca, Finlandia, Francia, Liechtenstein, Malta, Noruega, Países Bajos y Suiza (80 km/h), en tanto que Reino Unido lo tiene en 60 millas por hora (96,6 km/h).