El juzgado de guardia de Arenys de Mar deja en libertad con cargos al padre del bebé apaleado que sigue en estado crítico en la UCI del Hospital Vall d'Hebron. El hombre confesó haber maltratado a su bebé, cuando los Mossos lo detuvieron el pasado jueves. Tras escuchar su comparecencia, el juez le ha requisado el pasaporte, tendrá que comparecer cada semana al juzgado y tiene prohibido acercarse a más de 500 metros de su hijo.

El bebé fue visitado por cuatro pediatras que no detectaron el maltrato, según ha asegurado la madre del bebé en una entrevista en Antena 3. El hombre confesó haber apaleado su bebé de 2 meses ante los trabajadores sociales especializados en maltrato después que los pediatras del hospital barcelonés vieran costillas rotas y desplazamiento cerebral. "Se estresó porque no dejaba de llorar", dice la madre de tan solo 18 años.

Según el relato de la mujer, hacía semanas que el bebé no se encontraba bien. "Fuimos a cuatro hospitales y todos los médicos nos dijeron que tenía el cólico del lactante", explica a cámara. El día 3 de enero el propio pediatra de la menor dijo que estaba "genial". Pero en cuanto llegaron a casa el bebé empezó a convulsionar y fue entonces cuando se fueron de urgencias al Hospital de Calella.

Los médicos le hicieron un TAC y una resonancia magnética y el mismo jueves fue trasladada al Hospital Vall Hebron. El sábado le indujeron el coma. Dice la madre que el lunes 7 de enero las pruebas demostraron que el cerebro del menor tenía una hemorragia cerebral con un desprendimiento del lado frontal de la cabeza. También se confirmó que las costillas estaban fracturadas. Fue entonces cuando los médicos del hospital barcelonés alertaron los técnicos del EVAMI, la unidad especializada de la Generalitat en maltrato infantil en el ámbito hospitalario. En cuanto los profesionales interrogaron al padre, él se derrumbó y lo confesó. Esto pasaba el miércoles 9 de enero. Al día siguiente, el jueves, los Mossos le detuvieron.

Según el relato de la madre, el padre apaleó al niño porqué "se estresó", ya que no dejaba de llorar. "Era un buen padre, cambiaba los pañales, le daba el biberón", explica. De hecho ella dice que cuando pasó la agresión, ella se encontraba comprando en el supermercado, y nunca supo de la paliza hasta la confesión de su pareja: "yo no sabía nada, nunca me di cuenta". La joven explica que ahora su pareja "no se lo cree, no es consciente". Sobre su relación, ella niega malos tratos:"Nunca me ha pegado, ni me ha maltratado ni ha sido agresivo conmigo", explica la joven, que sale con él desde los 16 años.

La madre asegura que la vida de su hijo pende de un hilo. Según ella, el lunes los facultativos van a decidir si la mantienen conectada a la máquina de la respiración asistida o no. Ella ha decidido que el padre no se va a acercar a su hijo y pide "que se haga justicia". De momento la madre sigue sin tener la tutela de su hijo, que la asumido la Generalitat a través de la DGAIA.