Los restos del anunciado huracán Leslie, rebajado a tormenta tropical a su entrada en España durante la madrugada de ayer, había dejado hasta la tarde/noche las mayores rachas de viento en la provincia de Zamora, con los 96 km/h alcanzados en Fuentesaúco, en la comarca de La Guareña, al sureste de la provincia. Así lo confirmaron los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que mantenía activo el nivel de aviso «naranja» (riesgo importante) por lluvias o tormentas para todo el día en Aragón, Navarra, Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana. La mayor velocidad del viento se registró a las tres y media de la mañana en Fuentesaúco, al este de la provincia zamorana. El viento hizo que sobre las cuatro de la mañana cayera un cable de la red eléctrica que dejó sin suministro eléctrico durante casi dos horas a 390 clientes, entre hogares y empresas, del término de Guarrate.

En Toro, donde este fin de semana se celebran las fiestas de la vendimia, parte de los puestos del mercado medieval organizado con motivo de los festejos tuvieron que retirarse de forma preventiva ante las previsiones de viento. En términos generales, las rachas fueron muy fuertes en las tres provincias leonesas de Castilla y León y en el tercio norte del país. En la ciudad de Valladolid, Leslie dejó fuertes vientos y lluvia con caída de ramas y de algún árbol en parques públicos, dentro de unas incidencias que los Bomberos catalogaron de mucha menor gravedad que la prevista.

En Extremadura también se produjeron incidentes leves, como caídas de ramas, árboles o balsas de agua desde las doce de la noche hasta las ocho de esta mañana. La tormenta dejó rachas de viento de 68 kilómetros por hora en Tornavacas y Brozas y de 67 kilómetros por hora en Hervás, los tres municipios en la provincia cacereña, mientras que en la pacense, Fuente de Cantos y Zafra registraron rachas de viento de 66 y 64 kilómetros por hora, respectivamente.

Por su parte, la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) de Portugal elevó ayer a 28 el número de heridos provocados por la tormenta en el país vecino. Según su último balance, todos los heridos son de carácter leve y tres de ellos son operativos de Protección Civil que acudieron a socorrer los efectos de Leslie, la peor tempestad que azotó Portugal desde 1842. El organismo también actualizó el número de incidentes registrados durante la noche del sábado y la madrugada del domingo por el temporal, que pasó a 2.500, frente a los 1.900 anunciados en el balance anterior.

El número de desalojados mantenía en 61 personas, cuyas viviendas fueron afectadas por caídas de árboles y otros desperfectos. La ANPC decidió mantener la alerta amarilla en todo el territorio continental hasta la medianoche de ayer, ya que había estructuras afectadas por el viento que podrían caer y mucho trabajo para limpiar los desperfectos en la vía pública.

A pesar de que Leslie ya dejó atrás el territorio portugués, durante la jornada del domingo todavía se esperaban periodos de lluvia y viento en algunas zonas de Portugal, donde el distrito más afectado fue el de Coimbra, en el centro del país. Además, 325.000 personas sufrieron cortes de electricidad debido a la tormenta, que dejó fuera de servicio cerca de 200 líneas de alta tensión, según informó la compañía EDP Distribución, que matizó que «gran parte de la red» ya fue repuesta. La empresa iba a instalar generadores temporales de emergencia en las zonas más críticas mientras que solucionan los problemas que aún persisten en el abastecimiento. La tormenta tocó tierra en la Península Ibérica en las proximidades de Figueira da Foz hacia la media noche de ayer con vientos que llegaron a los 176 kilómetros/hora.

Anque el huracán Lesli se desinfló en gran parte al llegar a terrotorio español, tras su paso por Portugal, el tiempo complicado por el viento y las lluvias fuertes o muy fuertes fueron prácticamente constantes a lo largo de la toda la jornada, especialmente en cinco comunidades autónomas del noreste en las que anoche se mantenía la alerta por lluvias. Una situación que afectó especialmente al regreso a la grandes ciudades de miles de conductores que volvían a sus domicilios tras el largo puente del Pilar, que ha provocado millones de desplazamientos en las carreteras. La búsqueda del niño desaparecido en Mallorca por las inundaciones también debió suspenderse por el mal tiempo.