Agentes de los Mossos y de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal especializada en los robos con fuerza en domicilios. La operación policial se ha saldado con 87 detenidos, a las que se atribuyen más de 70 robos en pisos, principalmente en Barcelona, aunque también en otros municipios de fuera de la capital catalana.

Durante el primer trimestre del 2018, pocos meses después de que hubiera finalizado el rodaje de la serie de ficción 'Merlí' en un centro escolar en desuso del barrio de Sant Genís en Barcelona, un grupo numeroso de personas de origen georgiano ocuparon el edificio.

A partir de ese momento se empezaron a producir robos con fuerza en domicilios, además de otros hechos delictivos relacionados con el patrimonio. Los vecinos y comerciantes de la zona, alarmados por la situación de inseguridad que se había creado como consecuencia de esta realidad delictiva, se comenzaron a preocupar y lo pusieron en conocimiento de la policía.

Al poco tiempo, y tras varias gestiones que permitieron relacionar los dos hechos mencionados, se produjeron las primeras detenciones, concretamente de un grupo de ciudadanos georgianos que se habían ocultado en el instituto después de cometer un robo con fuerza en un piso de la zona. Días después, los arrestados, que habían quedado en libertad con cargos, fueron detenidos nuevamente en Madrid por la comisión de delitos de la misma naturaleza que habían realizado junto a otros individuos también de nacionalidad georgiana.

UNA ORGANIZACIÓN ITINERANTE QUE TRABAJABA EN SUBGRUPOS

En este punto de la investigación, los agentes advirtieron que se encontraban ante una organización criminal de carácter itinerante con gran movilidad por diferentes puntos del territorio nacional. Esto condujo a la creación de un equipo conjunto de investigación entre la Policía Nacional y los Mossos. Asimismo, comprobaron que los investigados no se mantenían en nuestro país más de seis meses y que trabajaban en subgrupos o baterías de hasta cinco personas.

Los agentes constataron que se trataba de una de las organizaciones criminales más activas y con mayor número de integrantes de los últimos tiempos. En el interior del centro escolar ocupado llegaron a reunirse más de 100 personas de origen georgiano, todos ellos con numerosos antecedentes policiales en diferentes países de la Unión Europea. Los delitos cometidos eran contra el patrimonio, especialmente robos con fuerza en domicilios, tipología delictiva en la que los investigados habían conseguido especializarse.

Los investigados se organizaban en baterías o subgrupos de hasta cinco personas. Salían por las noches a cometer robos con fuerza en viviendas ubicadas en las inmediaciones del edificio ocupado, y también en otros distritos de la ciudad o municipios de la demarcación de Barcelona. Antes de perpetrar los robos escogían las viviendas seleccionadas, a las que colocaban marcadores para asegurar sus objetivos.

MARCABAN LAS VIVIENDAS

Las marcas consistían en pequeñas piezas de plástico que colocaban en los marcos de las puertas de entrada con la finalidad de saber si los ocupantes de los pisos se encontraban o no en el interior. Una vez que se habían cerciorado de que el piso estaba vacío manipulaban la cerradura y accedían al domicilio para materializar el robo. Además, siempre estaban cubiertos por otro miembro de la organización que se encargaba de vigilar las inmediaciones del inmueble para avisar en caso de detectar la presencia de vecinos o policía. Asimismo, los integrantes de la organización también realizaban hurtos en establecimientos comerciales concurridos tanto de la ciudad de Barcelona como de otros municipios de su área metropolitana.

La investigación se ha desarrollado en diferentes fases, iniciándose las primeras detenciones en el mes de enero del presente año y finalizando con el desalojo total del edificio ocupado en Barcelona. La operación policial, denominada 'Merlí-Taka', se ha saldado con la detención de 26 personas -14 de ellas ingresadas en prisión preventiva- por diversos delitos de robo con fuerza, pertenencia a organización criminal y receptación.

Asimismo, 61 personas más han sido igualmente detenidas por infracción a la Ley de Extranjería. Los agentes también han registrado la sede de la organización desarticulada, en el centro educativo ocupado de Barcelona, y el domicilio de uno de los investigados, en la localidad de Castelldefells, donde se realizaban las labores de receptación de los efectos robados. En los registros se han intervenido numerosas herramientas para fabricar ganzúas y sistemas de aperturas de puertas, 1.200 euros en efectivo, gran cantidad de joyas, cuatro pen drives y dos ordenadores.

A los detenidos se les imputan más de 70 robos con fuerza en domicilios, la mayoría en Barcelona, pero también en Madrid y otros municipios de la geografía catalana como Martorell, Cerdanyola del Vallès, Tarrasa, Sitges, Berga, Abrera, Mataró, Santa Coloma de Gramanet y Montcada i Reixac.