La Comisión Internacional para las Personas Desaparecidas (ICMP) inauguró ayer en La Haya su nuevo laboratorio que permitirá identificar con mayor precisión, a través de muestras de ADN, a víctimas desaparecidas en conflictos, desastres naturales y emigraciones. «Con esta tecnología de última generación podremos identificar a personas desaparecidas a partir de muestras de ADN de familiares lejanos de la víctima», explicó la directora de la ICMP, Kathryne Bomberger.

La responsable de la comisión asegura que con el nuevo laboratorio se podrá «identificar a víctimas de conflictos ocurridos hace décadas y para las que ya no es posible contar con la participación de familiares directos, porque muchos han fallecido». El nuevo laboratorio, que estará operativo a principios de 2018, ha sido desarrollado por la empresa Qiagen, líder en soluciones para diagnóstico molecular, y abarca todas las fases del proceso, desde la extracción de la muestra hasta el análisis final. Según Bomberger, «se trata de la primera vez que este tipo de tecnología se pone al servicio de la identificación de desaparecidos, por lo que podemos decir que este laboratorio es único en el mundo».

Desde su creación en 2004, la Comisión Internacional para las Personas Desaparecidas ha logrado generar resultados sobre el ADN de más de 50.000 casos de restos óseos y ha contribuido a la identificación de cerca de 20.000 personas desaparecidas en todo el mundo. Entre ellos se encuentran las víctimas del tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004, donde colaboró en una respuesta conjunta con Interpol y otras organizaciones internacionales. Hasta 2015, fecha en que trasladó su sede a Holanda, la organización ha trabajado en Sarajevo, donde ha colaborado con las autoridades de Bosnia-Herzegovina en la identificación de los fallecidos en la guerra.