Un juzgado de Pozoblanco sigue investigando la presunta violación sufrida por una joven de 21 años por parte de un grupo de amigos conocido como ‘La Manada’, cuyos cinco integrantes ingresaron en prisión dos meses después por una nueva violación múltiple en las fiestas de San Fermín. Fueron las pesquisas policiales de este caso las que llevaron a los agentes hasta la agresión en Andalucía. En su comparecencia ante el juez de este viernes, uno de ellos se ha acogido a su derecho a no declarar y mantiene que la principal prueba de cargo es un video que no debía incorporarse a esta causa al estar recogido sin autorización.

La citación por videoconferencia incluía a dos de los integrantes del grupo, J.A.P.M., en calidad de investigado, y A.B.F. como testigo, así como otros cuatro jóvenes que participaban en el chat de la aplicación Whatsapp donde supuestamente se difundió el vídeo en el que se aprecian los tocamientos a la chica, que aparenta un estado de semi inconsciencia sentada en el asiento trasero. Según explicó su abogado, los dos hombres mantienen que lo que ocurrió esa madrugada del 30 al 1 de mayo de 2016 no tiene nada que ver con lo denunciado por la joven, “según se deduce de lo narrado por los testigos o quedará acreditado durante la vista oral”, aunque la defensa confía en que no se llegue a este punto y el caso por cuatro delitos de abuso sexual y uno de lesiones sea archivado.

DENUNCIA POSTERIOR

En este punto, el letrado detalló que J.A.P.M. no ha declarado al no reconocer “la legitimidad del uso de esas imágenes teniendo en cuenta que no había dado el consentimiento para ello”, dado que “cuando se cedió el móvil en el asunto de Pamplona no se dio carta blanca para una causa general y un análisis de cualquier tipo”. Así, entiende que se han vulnerado los derechos fundamentales de su defendido, ya que esta investigación solo se inició cuando la Policía Foral de Navarra logró identificar a la joven que aparecía en un vídeo encontrado en el móvil de uno de los agresores de Pamplona. Al ser puesta en conocimiento de estas imágenes, la chica explicó que no había denunciado antes porque no recordaba muy bien lo sucedido.

Sobre el resto de testigos citados, el abogado ha indicado que muchos de ellos afirmaron no recordar con exactitud el contenido de los mensajes que se intercambiaron, aunque defendieron que esas palabras deberían ser “contextualizadas” porque “son de mal gusto y exagerados pero no iban más allá”, según recoge el diario local 'Hoy al Día'.

Fuentes judiciales han señalado que la juez que instruye el caso tiene previsto citar todavía a varios testigos, pertenecientes a ese mismo chat de amigos, para terminar de corroborar datos. A partir de ese momento, decidirá sobre el final de la investigación y si continua adelante o no con el procesamiento de los implicados.

POSIBLE DROGA

Según la denuncia formulada en su momento por la víctima, la chica conoció a los jóvenes en las fiestas de la cercana localidad de Torrecampo, y en un momento determinado se ofrecieron a llevarla en su coche de vuelta a Pozoblanco, donde uno de los acusados estaba destinado como guardia civil. En el trayecto, los acusados habrían suministrado algún tipo de sustancia a la joven para que perdiera la consciencia, realizándole posteriormente diversos tocamientos. Cuando despertó, estaba medio vestida y con las medias rotas, y al pasarse al asiento del copiloto, uno de los jóvenes la forzó para que le realizara una felación.

Tras negarse, la golpeó y la echaron del coche, por lo que tuvo que llamar a algunos conocidos para que la recogieran. Los supuestos tocamientos fueron grabados y compartidos en un chat en el que se refirieron a la chica como ‘la bella durmiente’.