David Calle (Coslada, Madrid, 1972), que el próximo domingo podría convertirse en el ganador del Global Teacher Prize, popularmente conocido como el premio Nobel de los maestros, no es un profesor al uso. Hace tiempo que no pisa un aula, nunca ha puesto deberes a sus alumnos, ni tampoco les hace exámenes. Este madrileño da clases a través de internet, es el ‘youtuber’ de las ecuaciones lineales y del principio de Arquímedes. Más de 20 millones de estudiantes, de todas las etapas educativas, han seguido alguna vez una de sus clases.

“Empecé a dar repasos en academias cuando estaba todavía en la universidad, para pagarme la carrera de Ingeniería”, relata. Allí fue, prosigue, donde se dio cuenta de las escasas opciones que tenían los estudiantes para profundizar, para refrescar o a veces para acabar de entender aquellas cuestiones que no les habían quedado suficientemente claras con las explicaciones recibidas en el colegio o el instituto. Academias privadas o profesores particulares. Esa era toda la oferta. Siempre de pago.

Calle grabó en el 2011 su primer video, en el que explicaba cómo resolver un problema sobre asíntotas, esas líneas que tienden al infinito y que se representan mediante una función. "Era algo pensado para que lo vieran mis 20 alumnos de la academia, muy casero y hasta desenfocado", explica. Lo colgó en YouTube y tuvo éxito.

Siguió haciendo videos -ya lleva más de 700-, de corta duración, amenos, con muchos ejemplos de la vida real y muy didácticos.De Física, de Química, de Tecnología y más Matemáticas. “La idea era que todos esos alumnos, que con la crisis tuvieron que dejar de ir a las academias o que no podían pagar unas clases privadas, y también sus padres, que son quienes muchas veces acaban teniendo que explicar la lección, pudieran acceder a esos contenidos”, indica. Fue la recesión económica la que le hizo ver "que la educación tenía que ser gratuita y accesible".

Su portal Unicoos es hoy “el canal educativo más importante en español en su categoría”, asegura la fundación que organiza el Global Teacher Prize, la Varkey Foundation. La web tiene hoy 170.000 seguidores en Facebook, sus videos se han reproducido unos 110 millones de veces y en el 2015 fue elegida por Google como la de mayor impacto social en España. Y lo más importante, destaca Varkey, “ha conseguido que la enseñanza llegue a un gran número de estudiantes de habla hispana, gracias al uso de las nuevas tecnologías”.

FORMATO ÁGIL, VIDEOS GRATUITOS

Una de las claves del éxito de Calle ha sido, muy posiblemente, el formato ágil que utiliza en sus explicaciones y el hecho de que, al tratarse de vÍdeos gratuitos y siempre disponibles, los usuarios puedan visionarlos tantas veces como les sea necesario. Hasta que comprendan bien el contenido o hasta que dominen el proceso de un problema o un experimento. El auge que en los últimos tiempos está experimentando YouTube, y los 'youtubers', entre niños y jóvenes lo ha acabado de catapultar.

"Son vídeos que se pueden ver en casa, en el autobús o incluso hay quien les echa un último vistazo antes de entrar en un examen, para acabar de reforzar", cuenta. Los miran desde estudiantes universitarios hasta padres de alumnos de primaria. "A veces se los dedicó a los padres: 'Va por vosotros, a los que hoy os toca explicar raíces cuadradas", afirma entre risas.

“Estos vídeos -puntualiza el docente- no están sustituyendo nada, son solo un complemento extraescolar a las clases que dan los profesores en horario lectivo, en las escuelas”. De hecho, explica, más de un profesor ha recomendado sus vídeos ‘online’ para que los alumnos investigaran por su cuenta y prepararan de antemano en casa, antes de explicarlo en clase, alguna parte concreta del temario, en las conocidas como clases invertidas (‘flipped lessons’), una de las metodologías usadas en la innovación educativa.

Calle, que este fin de semana está en Dubái, donde asistirá, junto a otros nueve maestros finalistas, al acto de entrega del Nobel docente, espera que “de alguna manera, con esos vídeos, los estudiantes vayan entendiendo que siempre vale la pena hacer un esfuerzo más, que trabajar un rato en casa una materia ya explicada en clase no es un castigo, sino que puede ser también algo entretenido”.