El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, encargado del caso por la muerte de Julen, el niño de dos años cuyo cuerpo fue encontrado sin vida 13 días después de caer en un pozo, ha decidido que no ha lugar a la práctica de las diligencias solicitadas por la defensa del único investigado en esta causa, el dueño de la finca en la que se encuentra la prospección en la que cayó el pequeño. Además, cuestiona que el informe presentado que apuntaba a las tareas de rescate como causa de la muerte «tenga la consideración de pericial».

La defensa de David Serrano presentó la pasada semana un informe cuyas conclusiones «permiten presumir» que la muerte del pequeño «se pudo producir durante las labores de rescate» y en el que se apunta que podría ser el uso de una piqueta en las primeras horas de dichas tareas lo que explique las heridas que presentaba el menor. A raíz de este documento, solicitó que declararan varios bomberos y guardias civiles que participaron en el operativo los primeros días. La jueza señala, a través de un auto al que ha tenido acceso Europa Press, que las diligencias solicitadas por la defensa «no se consideran pertinentes en este estado del procedimiento», apuntando que falta el informe de autopsia.