Un juez de Barcelona ha reconocido el derecho a la prestación de orfandad absoluta a una menor, cuyo padre todavía vive pero lleva nueve años desentendiéndose de las necesidades afectivas y económicas de su hija, de 14 años. En su sentencia, el juzgado de lo social número 33 de Barcelona estima la demanda presentada por la menor -representada por el bufete de abogados Col.lectiu Ronda- y reconoce el derecho a que su prestación por orfandad se le incremente hasta el grado de absoluta, con lo que percibirá el 52% de la base reguladora, frente al 20 % establecido hasta ahora. La sentencia se desmarca del criterio que mantienen el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, que para acceder a la orfandad absoluta exigen acreditar la muerte de ambos padres o bien que uno de ellos sobreviva pero no pueda acceder a la pensión de viudedad por haber sido condenado por violencia machista. El juez de lo social basa su decisión en la sentencia dictada por un juzgado de primera instancia de Mataró (Barcelona), que en el 2015 declaró la privación de la patria potestad parental del padre de la menor, al considerar acreditado que este hizo «dejación de sus obligaciones», por no cubrir las necesidades afectivas o económicas de su hija desde hacía nueve años. Para el magistrado, la demanda interpuesta por la menor debe ser estimada, dado que su situación, «en una interpretación finalista del precepto legal de aplicación, ha de ser considerada como de orfandad absoluta, establecida la defunción de la madre y la absoluta desatención, en todos los órdenes, del padre», que no cobra pensión de viudedad alguna.

Por este motivo, el juez declara el derecho de la menor a percibir una pensión de viudedad por importe del 52 %, sobre una base reguladora de 2.589 euros al mes, y condena al Instituto Nacional de la Seguridad Social a pagarle esa prestación, con efectos desde noviembre del 2015.

Miguel Arenas, abogado del Col.lectiu Ronda que ha defendido a la menor en los tribunales, se ha felicitado por la sentencia porque, a su parecer, «cumple con su finalidad: proteger a un menor desamparado».