La educación en España sufre una «trampa generacional» que confirma la desigualdad social. Si tus padres tienen un nivel bajo de estudios es muy probable que tú sigas su camino. Así se dictamina en el último informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, que aglutina a 36 países), donde se especifica que más de la mitad (55%) de los hijos de padres que no han superado el nivel de estudios relativo al Bachillerato no consiguen tampoco pasar de esa graduación.

La buena noticia es que el 24% de esos jóvenes con padres con estudios inferiores a Bachillerato sí que consiguen acceder a los grados superiores, como la universidad, frente al 21% de media de la OCDE. El estudio Panorama de la Educación 2018 advierte en el apartado de España de que el 34% de los adultos con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años carecen de estudios de educación superior secundaria (Bachillerato) frente a una media de la OCDE del 15%. Como en la mayoría de países -añade el informe- los hombres tienen más riesgo de no superar este nivel de estudios.

Seguir estudiando cuando uno tiene 16, 17 o 18 años es importante de cara a conseguir un futuro empleo. Aunque el porcentaje de empleo que tienen los licenciados en la universidad está por debajo de la media de la OCDE (77% frente al 84%) el dato es alto si lo comparamos con el porcentaje de los trabajadores sin estudios superiores secundarios (61%).

Preocupa (y mucho) que España también gane en número de ni-nis (jóvenes entre 18 y 24 años que ni trabajan ni estudian): 20,9% frente a 14,5% de media de la OCDE. El informe advierte también del alto número de repetidores que tiene España en Secundaria (ESO). Lamentablemente, es el país con más repetidores en esta franja: un 11% frente al 2% de la media de los países de la OCDE.