El informe de la Guardia Civil sobre la muerte por disparos, hace una semana, de la joven de 21 años, Mar Contreras y de su expareja, de 24, en un campo de tiro de Las Gabias (Granada) concluye que la muerte de la chica fue intencionada y la de él un suicidio posterior, según fuentes próximas a la investigación. A raíz de esta conclusión, la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género lo ha confirmado como un caso de violencia machista. Además, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha mostrado a través de su cuenta de Twitter su «repulsa absoluta» ante este nuevo caso, que supone la quinta víctima de violencia de género en esta comunidad en lo que va de año.

Antes de que se conociera el resultado final del informe, los padres de ella ya sostenían que su hija fue asesinada «con premeditación y alevosía» por su exnovio, convencimiento al que decían haber llegado, entre otras cuestiones, por los indicios de los audios de wasap enviados por su hija a una amiga, en los que apuntaba a problemas psicológicos de su expareja relacionados con la «bipolaridad, la ansiedad y el trastorno persecutorio», según relata en los mensajes.

Varios centenares de personas se concentraron ayer a las puertas de la Facultad de Filosofía y Letras de Granada, de la que era alumna Mar Contreras, para denunciar su «asesinato» a manos del exnovio. Se trata de una «tragedia injusta e inconcebible» que se ha «llevado por delante la vida y el futuro de Mar», señaló una portavoz durante la movilización que encabezó la propia rectora de la Universidad granadina, Pilar Aranda.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, se mostró «consternada» por el asesinato de otra mujer «víctima de violencia de género. Mi firme condena y apoyo a sus familiares y amigos», señaló la ministra en su cuenta de Twiter.