La devastación causada por un ciclón tropical depende de la capacidad de un territorio para hacerle frente, de tal manera que un mismo fenómeno puede causar centenares de muertes en un país vulnerable y pasar sin víctimas por otro que disponga, por ejemplo, de edificaciones seguras y una buena planificación de los servicios de emergencia. Sin embargo, la magnitud de un huracán también se puede medir por parámetros precisos, como la intensidad del viento asociado -que es lo más habitual-, las dimensiones del ojo interior, la duración, la marejada ciclónica o la presión atmosférica, entre otros aspectos. En todos los casos, el 'Irma' es excepcional.

El 'Irma' dejó a su paso por el Caribe rachas sostenidas de viento (al menos un minuto) de 295 kilómetros por hora, el segundo registro más intenso de que se tiene constancia en aguas del Atlántico norte, solo por detrás del 'Allen' (305 km/h), que afectó al golfo de México en 1980 y causó 269 muertos. Un registro similar al del Irma también lo marcaron el 'Gilbert' (1988) y el 'Wilma' (2005). El 'Katrina' (2005) y el 'Andrew' (1992), dos ciclones muy recordados por los enormes destrozos que causaron, ocupan en cambio una posición menos prominente con un máximo de 280 km/h, según la base de datos del Centro Nacional de Huracanes de EEUU, con sede en Miami.

LA ESCALA SAFFIR-SIMPSON

Técnicamente, cuando un huracán supera los 250 km/h se considera que alcanza la categoría 5 o máxima en la escala Saffir-Simpson, el sistema empleado internacionalmente para medir la fuerza de los ciclones. Los vientos máximos medidos hasta ahora en Florida rondan los 210 km/h, equivalentes a categoría 4.

Debe tenerse en cuenta, no obstante, que las rachas más intensas se concentran alrededor del ojo del huracán, en el caso del Irma hasta 85 kilómetros del centro, mientras que en el resto de la estructura ciclónica son sensiblemente menores, generalmente de entre 60 km/h y 120 km/h. En el mismo ojo suele reinar la calma.

DIÁMETRO DESCOMUNAL

Por tamaño, la clasificación de huracanes en la historia reciente del Atlántico la encabeza el 'Sandy', que en el 2012 alcanzó un diámetro de 1.520 kilómetros, lo que significa que en su interior habría cabido la península Ibérica de forma holgada. Se trató de un ciclón muy prolongado que avanzó desde las costas de Venezuela hasta la costa de Canadá, con un balance total de 233 muertos. Curiosamente, nunca superó la categoría 1 en la escala Saffir-Simpson. El 'Irma' también es imponente de aspecto, como se puede observar en las fotos satelitales, pero se queda en unos 750 kilómetros.

Atendiendo a los vientos sostenidos y el tamaño del huracán, el 'Irma' genera una energía de 112 terajulios, ligeramente por debajo de los 116 del 'Katrina', pero muy por encima de la inmensa mayoría de huracanes que han alcanzado la costa de EEUU en las tres últimas décadas, incluido el 'Andrew', según cálculos de la empresa de evaluación de riesgo RMS.

TRÍO DE CICLONES SIMULTÁNEOS

Otro aspecto sorprendente del 'Irma' es que durante su progresión se han formado otros dos ciclones, una circunstancia que no sucedía desde el 2010. Han sido el 'José', huracán de categoría 3 que sigue un recorrido similar al de su precedente, y luego el 'Katia', ya debilitado, que se encuentra en el golfo de México. De hecho, los especialistas temen que pueda haber más huracanes y que la temporada de este año sea tan activa y dañina como la del 2005.

Precisamente de ese año es el 'Katrina', que es el huracán que ha ocasionado más pérdidas en la historia moderna del Atlántico norte, con una estimación de 100.000 millones de euros, en gran medida por los daños causados en el núcleo urbano de Nueva Orleans. Por pérdidas, a continuación se sitúan el 'Sandy' (2012) y el 'Andrew' (1992). Sin embargo, atendiendo al número de víctimas mortales, el primero de la lista es sin discusión el 'Mitch', que en 1998 asoló Honduras y otros países de América central y causó 11.000 muertes. El ciclón más mortífero en la historia reciente de EEUU es el conocido como huracán de Galveston de 1900, con una estimación de 8.000 víctimas mortales.

BANGLADÉS Y LA DEVASTADORA MAREA DE 1970

Pese al impacto mediático, sin embargo, buena parte de los récords mundiales corresponden a ciclones formados en aguas del Pacífico y el Índico. Por víctimas mortales, el peor de todos es sin duda el 'Bhola', que arrasó diversas islas y parte de la costa meridional de Bangladés en noviembre de 1970. Se estima que murieron unas 500.000 personas, la mayoría ahogadas por efecto de la marea ciclónica.

Las rachas más violentas (408 km/h) corresponden al 'Olivia', que alcanzó Barrow (Australia) en 1996, aunque si se consideran vientos sostenidos de al menos 10 minutos, entonces el primero de la lista es muy reciente, el 'Winston' (280 km/h), que el año pasado afectó a Vanuatu, Fiyi y otros estados insulares del Pacífico.

Como otras curiosidades, el tifón 'Tip', que se formó al sur de Japón en 1979 es el ciclón conocido con un mayor diámetro (2.200 km), mientras que el que tenía el mayor ojo interior fue el 'Carmen' (370 km), que recorrió Taiwán-Okinawa-Corea en 1960. En 1899, el ciclón 'Mahina' causó una marejada de 14 metros de altura en Bathurst Bay, en la costa noreste de Australia.