La Guardia Civil investiga a un hombre de 59 años que tenía en Vinaròs (Castellón) un criadero ilegal de perros en condiciones higiénico-sanitarias «lamentables» y en el que se han intervenido 397 perros de raza. El dueño de las instalaciones se le acusa de los delitos de maltrato animal, intrusismo profesional y usurpación y falsificación de documentos. Las actuaciones se iniciaron después de que una facultativa veterinaria tuviera conocimiento de que se estaban comercializando perros con cartillas sanitarias con su firma y sello sin que ella las hubiera tramitado.