La Policía Nacional ha conseguido interceptar ocho toneladas de cocaína con destino al mercado negro europeo en dos buques, uno de ellos un pesquero venezolano que transportaba 2,4 toneladas de esta droga y el otro un barco que navegaba con 5,5 toneladas en aguas de Ecuador.

En esta última operación, bautizada Mocus-Coclón Marino- la Policía Nacional y la de Ecuador han detenido a 24 personas que formaban parte de «una gran organización» de narcotráfico entre España y Sudamérica.

El alijo de 5.529 kilos de cocaína ha sido intervenido por la Policía de Ecuador en un barco que navegaba en aguas de su jurisdicción.

Por su parte, el pesquero venezolano con 2.400 kilos de cocaína ha sido capturado por las fuerzas de seguridad españolas tras ser interceptado por el buque Petrel en aguas de Martinica, el departamento francés situado en el Caribe, a unas mil millas (1.850 kilómetros) de la costa.

La de Ecuador está considerada una de las mayores aprehensiones de cocaína de la historia con destino a España y ha desvelado un novedoso modus operandi de los narcotraficantes para este tipo de envíos transatlánticos que consistía en cruzar el Canal de Panamá.

DETENIDOS / Veinte detenidos lo han sido en el buque -uno de ellos un ciudadano español enviado como garante y responsable de la carga- y cuatro en España -dos en Madrid y dos en Vigo-, desde donde una organización gallega dirigía la operación.

El plan de los narcotraficantes, según el Ministerio del Interior, era que, una vez que el mercante cruzara Panamá y el Atlántico, embarcaciones rápidas o de recreo partieran desde Galicia para introducir la droga en España.

Desde Sevilla, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha confirmado que uno de los arrestados, un madrileño con contactos en Galicia y Colombia, ya fue condenado a 13 años de cárcel en 2005 por el envío en otro mercante de 3.000 kilos de cocaína.

En su comparecencia, Zoido ha dado por liquidada la organización que coordinaba «el envío de grandes cantidades de cocaína a España y Europa».

A CANARIAS / Por otro lado, el pesquero venezolano y sus siete tripulantes, todos ellos de nacionalidad venezolana, han sido conducidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Agencia Tributaria a la base de la Armada en Las Palmas de Gran Canaria para descargar los fardos de cocaína que transportaba en sus bodegas.

La investigación que ha permitido aprehender este importante alijo de cocaína se puso en marcha en enero, con la colaboración del departamento antidrogas de Estados Unidos (la DEA), la agencia británica contra el crimen organizado (la NCA) y la Policía de Portugal.

El pesquero con los 2.400 kilos de cocaína fue localizado en marzo, aunque su abordaje por parte de integrantes del Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional, embarcados en el buque Petrel, no se produjo hasta el pasado 4 de mayo.