La proposición de ley sobre la eutanasia , «sumamente garantista», contempla el «final anticipado de la vida con el objetivo de evitar alargar el sufrimiento» de personas con enfermedad grave e incurable o discapacidad crónica que implique gran sufrimiento, explicó la portavoz socialista Adriana Lastra. La iniciativa permite la objeción de conciencia de los médicos y establece que el derecho a morir dignamente forme parte de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, que su acceso sea «universal y gratuito».

«Presentamos esta ley desde el respeto a la dignidad, a la libertad, a la autonomía de la voluntad de esas personas cuya única perspectiva actual es sufrir y desean poner fin a su calvario. Son casos extremos como consecuencia de un pronóstico irreversible», indicó Lastra en el Congreso de los Diputados. «El horizonte de un deterioro sin esperanzas hace que estos ciudadanos y ciudadanas quieran decidir por sí mismos cuándo y cómo morir. Es su último derecho y su última libertad, morir bien», añadió.