La Policía Nacional ha identificado a cerca de 800 turistas británicos supuestamente afectados por intoxicaciones alimentarias en Baleares, en el marco de la operación Hook, que investiga falsas reclamaciones en contra de hoteles. Estos turistas presentaron reclamaciones a través de 77 despachos de abogados que habrían orquestado un posible entramado criminal basado en falsas denuncias que han generado importantes perjuicios económicos al sector turístico balear y español.

Las actuaciones se enmarcan en la causa dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Palma, que investiga la comisión de un posible delito de estafa en masa por las reclamaciones fraudulentas de supuestos problemas gástricos (el timo de la diarea) por parte de turistas ingleses que viajaron a España mediante turoperadores y en régimen de todo incluido. Desde enero de 2016 y hasta el final de este verano se han recibido en Baleares reclamaciones por un importe próximo a los 4 millones de libras, lo que supone un incremento de hasta un 700% respecto al volumen de años anteriores. Según la Policía, sólo un escasísimo porcentaje de los reclamantes fueron al médico, ya que la legislación inglesa es muy favorable al consumidor y basta con presentar un simple recibo de compra de un medicamento para justificar la intoxicación.