Un general británico retirado, Sir Johnn Kiszely, puede haber encontrado en sus archivos familiares la última fotografía, herida de muerte o ya fallecida, de la primera mujer fotoperiodista muerta en el campo de batalla, Gerda Taro. Hijo de un médico checo que sirvió con las Brigadas Internacionales, Kiszely compartió en Twitter una fotografía de su padre atendiendo a una mujer muerta durante la batalla de Brunete. Al poco, le advirtieron de que probablemente esa mujer era la fotógrafa húngara, que fue atropellada por un tanque en el transcurso de esa batalla del frente de Madrid. Y todo parece confirmarlo: no solo la coincidencia de momento y lugar y la similitud de las facciones apuntan a ello sino que el reverso de la foto incluye información prácticamente definitiva.

Esta es la imagen que compartió Kiszely. Antiguo comandante de la guardia real escocesa, de la séptima brigada blindada y de la primera división acorazada del Ejército británico, es un veterano de las guerras de las Malvinas, Bosnia e Irak, y hasta su jubilación en el 2008 director de la Academia de la Defensa. Desde entonces se que dedicado a la historia militar. Precisamente el gestor de la cuenta de una institución de historia militar con la que colabora le advirtió que la mujer de la foto, que él no había identificado, parecía tratarse de Gerda Taro.

A petición del peridisat español Carlos del Amor, el general Kiszely ha mostrado el reverso de la fotografía. Y alli está escrito que la persona "muerta en Brunete" y atendida por su padre en Torrelodones es la señora "Frank Capa" del medio francés "Le Soire de París". Taro, compañera del fotógrafo Robert Capa (de hecho, este pseudónimo inspirado en el nombre de Frank Capra lo compartieron ambos durante los primeros meses de la guerra, aunque finalmente se lo apropió su compañero y ella empezó a reivindicarse firmando con su nombre real), efectivamente publicaba sus fotografías en medios como 'Regards' y 'Ce Soir'.

Contactada por Televisión Española, la biógrafa de Gerda Taro, Irme Schaber, se ha confesado "impresionada" por la imagen, y cree que es altamente posible que se trate de la fotógrafa. El 23 de julio, Gerda Taro se dirigió al frente de batalla de Brunete, con las tropas republicanas entonces victoriosas, acompañada del periodista Ted Allan. Pero cuando se desencadenó la retirada, Taro se tuvo que colgar del exterior de un coche para huir, con el infortiu que cayó y fue atropellada por un tanque soviético.

Trasladada al hospital de campaña, murió en las primeras horas del 26 de julio de 1937, víctima de gravísimas heridas internas.

De hecho, solo resta un pequeño detalle por encajar: en la fotografía del doctor Kiszely se hace constar que Taro fue tendida en Torrelodones, aunque toda la información sobre las circunstancias de su muerte la sitúan en el hospital de campaña de El Escorial.