El financiero neoyorquino Jeffrey Epstein, cuya fortuna le llevó a rodearse de poderosos y fue encarcelado acusado de haber abusado de menores de edad, fue hallado muerto ayer en su celda en una cárcel federal de Nueva York, lo que ya investiga el FBI y el departamento de Justicia de EE.UU.

Epstein, de 66 años, fue encontrado por la mañana ahorcado y poco después la Oficina Forense de la ciudad certificó la muerte, aunque está aún pendiente la autopsia. El fallecimiento de Epstein, que nació en 1953, ocurre después de que el pasado 23 de julio ya fuera hallado inconsciente en su celda con marcas en su cuello y las autoridades investigaban si se había tratado de un intento de suicidio. Tras ese incidente, fue trasladado a una unidad para prevenir intentos de suicidio y ayer surgieron interrogantes en medios locales sobre la eficacia de esa vigilancia.

El departamento de Bomberos de Nueva York, cuya jurisdicción también abarca a las unidades de emergencias médicas, recibió una llamada desde la cárcel, donde trataron de reanimarle. Su muerte generó de inmediato diversas reacciones, entre ellas, la del fiscal general de EE.UU., William Barr, quien aseguró estar «horrorizado» de que haya ocurrido bajo custodia del Gobierno federal.