La Guardia Civil descubrió, en un polígono industrial de la localidad de Fuente Vaqueros (Granada), un almacén frigorífico donde se guardaban 10.700 piezas entre jamones ibéricos congelados y embutidos de cerdo ibérico envasados, también congelados, en mal estado de conservación, que fueron por ello intervenidos, informa Europa Press.

Según informa el Instituto Armado el pasado día 26 de junio una patrulla de la Guardia Civil de Pinos Puente (Granada) interceptó, en las inmediaciones del polígono La Fuente, un camión frigorífico cargado con 25 palés de jamones ibéricos y embutidos de cerdo ibérico congelados que presentaban anomalías en el etiquetado, y algunos de los jamones también «síntomas de putrefacción».

DESCUBRIMIENTO / Tras constatar los agentes que el camión interceptado se dirigía hasta una nave industrial cercana, procedieron a la inspección de dicho recinto, que albergaba dos grandes cámaras frigoríficas, en las que se guardaban 10.700 piezas entre jamones y embutidos de cerdo ibérico congelados que presentaban las mismas anomalías que las piezas intervenidas en el camión.

Así, «muchas» estaban caducadas desde el año 2015, otras ni siquiera tenían fecha de caducidad, algunas estaban visiblemente podridas, no existían albaranes que acreditaran la procedencia ni el destino del producto, y algunas de las etiquetas inspeccionadas presentaban indicios de haber sido manipuladas, según detalla la Benemérita.

La Guardia Civil inmovilizó la mercancía al considerar que pudiera suponer un riesgo para la salud pública y se alertó a la Delegación Provincial de Salud de la Junta de Andalucía. La Inspección del Distrito Sanitario Metropolitano de Granada ratificó posteriormente las medidas cautelares que tomó la Guardia Civil respecto de los jamones y embutidos intervenidos, y la Inspección de Salud de la Junta de Andalucía ordenó su «completa destrucción» por suponer un riesgo para la salud pública, según informó la Benemérita.

ATENTADO A LA SALUD / La Guardia Civil seguía investigando ayer si existe responsabilidad de los propietarios de los jamones y de los embutidos intervenidos en un posible delito contra la salud pública. Si parte de los productos fueron vendidos tras ser puestos en el mercado en mal estado, los responsables deberán rendir cuentas ante la ley por su acción irresponsable y delictiva.