Especialistas cubanos recuperaron «en buenas condiciones» una de las cajas negras del avión accidentado el viernes en La Habana, en el que murieron más de cien personas, y esperan pronto tener acceso al otro dispositivo, informó ayer el ministro de Transporte de Cuba, Adel Yzquierdo. El político declaró a la televisión estatal cubana sobre la marcha de la investigación en el lugar del siniestro que es una zona de cultivo situada a un kilómetro de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, donde «trabajan intensamente» los investigadores. «Ya una caja negra la tenemos en nuestras manos, en buenas condiciones, en buen estado de conservación, y la otra debemos tenerla en las próximas horas en manos de la comisión creada para analizar las causas del accidente», especificó Yzquierdo.

En el siniestro murieron 108 personas -entre ellos varios niños y un bebé- de las 111 que viajaban a bordo del vuelo DMJ-972, que cubría la ruta entre La Habana y Holguín (este). El ministro cubano afirmó que en la madrugada de ayer culminó el traslado de los restos de las víctimas hacia el Instituto de Medicina Legal en La Habana, donde esperaban familiares de los fallecidos para ofrecer muestras genéticas y pruebas que ayuden en el proceso de identificación. «Tenemos claro el listado de pasajeros, lo vamos a publicar en las próximas horas», adelantó Yzquierdo. Los especialistas forenses cubanos habían logrado identificar ya a 10 de los 108 muertos en el siniestro. El primer vicepresidente cubano, Salvador Valdés, destacó «el esfuerzo, la dedicación y la profesionalidad del personal de salud y sobre todo de Medicina Legal. Valdés también agradeció las muestras de apoyo y solidaridad con Cuba ante esta catástrofe, uno de los peores desastres aéreos en la historia de la isla.

El avión accidentado, un Boeing 737 alquilado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air, se precipitó a tierra minutos después de despegar, por causas aún sin esclarecer. Entre las más de 100 víctimas del siniestro, en su gran mayoría cubanas, hay también una pareja argentina, dos hombres de origen saharaui y una mujer mexicana, a los que se suman los seis miembros de la tripulación de la aeronave, también mexicanos.

Al menos 20 miembros de una iglesia evangélica viajaban en el avión informaron fuentes religiosas. El director Regional de la Iglesia del Nazareno de Mesoamérica, Carlos Saenz, confirmó a la página web oficial de esa organización religiosa que diez parejas pastorales regresaban al este de Cuba tras participar en un retiro espiritual en La Habana. Todos los miembros del grupo eran cubanos pertenecientes a comunidades evangélicas de Holguín y otras provincias de la zona oriental de la isla y habían ido a la capital para tomar parte en un retiro espiritual, de acuerdo con esa misma fuente. Las tres únicas supervivientes, todas mujeres y cubanas, permanecen ingresadas en el hospital Calixto García de La Habana con «pronóstico reservado» y condición estable pero muy grave. El Ministerio de Exteriores español confirmó que no hay españoles entre las víctimas del accidente de avión. El papa Francisco dijo estar «vivamente apenado» y expresó ayer sus condolencias por el accidente aéreo en un telegrama enviado al arzobispo de Santiago de Cuba.