Tras un mes de búsqueda y dos días después de la detención de varios sospechosos, el cadáver de Nelea S., la joven de 26 años de Vinaroz (Castellón) que llevaba desaparecida desde el pasado febrero fue localizado ayer en Ulldecona (Tarragona). La confesión de su novio fue determinante para dar con el cuerpo sin vida de la joven: estaba enterrado en un descampado de la población tarraconense y presentaba signos de violencia. Si se confirman las sospechas, Nelea podría ser la víctima número 991 de la violencia machista en España desde el 2003, el año en que empezaron a recogerse datos oficiales.

La Guardia Civil, que investigaba la desaparición de la chica, de nacionalidad moldava, y que en las últimas horas había detenido a tres hombres presuntamente implicados, entre ellos el novio de la joven, confirmó ayer el hallazgo. Los agentes han efectuado estos últimos días varios registros en Vinaroz y en Ulldecona, localidad situada a unos 20 kilómetros de la primera y donde viven familiares del principal sospechoso, de 22 años y natural de Rumanía.

Según apuntó la Guardia Civil, a falta de un último cotejo pericial, el cadáver hallado correspondería con el de la mujer de 26 años cuya desaparición fue denunciada por su compañero sentimental el 7 de marzo, casi 20 días después de su desaparición (no se sabía nada de ella desde el 17 de febrero), en el cuartel de Vinaroz, la localidad donde residía la pareja. Ante las «extrañas circunstancias» que rodeaban a la desaparición», la Guardia Civil inició distintas líneas de investigación en el entorno de la víctima, ante la sospecha de que «la desaparición no había sido voluntaria». Aunque todas hipótesis estaban entonces abiertas, la principal apuntaba a que el novio de la joven tendría «algo que ver» con la desaparición. Practicadas todas las gestiones y «obtenidos datos significativos sobre su presunta implicación», explicó ayer la Guardia Civil, «en la noche del pasado viernes, día 5, se detuvo al compañero sentimental de la desaparecida».

La investigación dio un vuelco importante con la incorporación del Equipo Central de Inspecciones Oculares del Servicio de Criminalística de Madrid y de efectivos del Servicio Cinológico, que acudieron a apoyar a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Castellón. Como consecuencia de los «indicios relevantes y evidencias obtenidas», los investigadores llegaron hasta un paraje del término municipal de Ulldecona, donde se encontraba «enterrado el cadáver de una mujer, que correspondería con el de la desaparecida». El crimen, que eleva a 16 el número de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde el pasado 1 de enero en España.

También ayer fueron localizados por los cuerpos de seguridad los cadáveres de otras dos mujeres, una de 39 años en Torrevieja (Alicante) y otra de unos 60 en una playa de Ferrol (La Coruña). Pese a que las sospechas iniciales apuntaban a que el caso alicantino podía ser también por violencia machista (la víctima fue encontrada semidesnuda en el portal de un edificio), todo apunta que ambas mujeres murieron por causas accidentales.