El hambre en el mundo vuelve a aumentar tras 20 años de descensos, afectando a más de 800 millones de personas, y coincide con el incremento de países en guerra, según un informe de Acción contra el Hambre, que alerta de que seis de cada diez personas que padecen hambre viven en zonas de conflicto.

Uno de cada cuatro países en el mundo está afectado por conflictos, que han disparado también los millones de personas desplazadas que huyen intentando salvar su vida y que ya suman 66 millones, constituyendo el récord de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre con el lema Cambiar el futuro de la migración, esta ONG destaca en un informe la vinculación entre hambre y guerra y denuncia cómo grupos armados están usándola como «un arma silenciosa de destrucción masiva».

«Por primera vez en 20 años el hambre ha vuelto a aumentar, alcanzando a más de 800 millones de personas, de los que 489 millones viven en países con conflictos, el 60 %; nos preocupan sobre todo los niños, de los 155 millones de menores desnutridos, 122 millones lo están por la guerra y esas consecuencias pueden marcan su desarrollo para siempre», ha lamentado el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué.

En el informe presentado ayer, la ONG describe la vinculación guerra, hambre y desplazamientos y advierte de que de los 66 millones de refugiados, el 80% pasan de media más de 17 años en campos o con poblaciones de acogida.

«El sistema estaba pensado para que el refugiado tras un periodo fuera vuelva a su casa, pero la realidad señala que desde los años 90 el refugiado se queda casi una generación fuera de su país», ha explicdo Longué.