Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil condenado a nueve años de prisión por abusos sexuales a una joven en los Sanfermines de 2016 junto con los otros miembros de La Manada, intentó el pasado lunes obtener el pasaporte en una comisaría de Sevilla, pero su petición fue rechazada por la jefa del equipo de expedición de esos documentos al tener prohibida la salida del territorio nacional. Su abogada desmiente a la Policía y asegura que simplemente fue a pedir un certificado donde constara la caducidad de su pasaporte y que lo había perdido, a fin de poder entregarlo al juzgado, tal y como había sido requerido. Por este motivo, ya ha presentado un escrito en el juzgado explicando que al no tener el documento físico no puede entregarlo.

El intento de solicitar un nuevo documento saltó a través de la Policía Nacional, quien en redes sociales aseguró: «Pillado uno de los miembros de #LaManada cuando intentaba obtener un pasaporte... teniendo en vigor una prohibición de salida del territorio español por un Juzgado. Así no». Los letrados de La Manada se han mostrado muy molestos con este comentario, ya que podría suponer la revocación inmediata de su puesta en libertad por incumplimiento de las medidas cautelares al insinuar una posible fuga, y estudian incluso medidas legales. «No todo vale», insistieron las fuentes.

Según recordó la letrada de Guerrero, el auto de puesta en libertad dictado la pasada semana incluía la entrega del pasaporte como medida cautelar a fin de garantizar la imposibilidad de abandonar el país. El plazo vencía este viernes, por lo que el ex guardia civil decidió acudir a la comisaría de Tablada, en Sevilla, el primer día laborable desde su salida de prisión el viernes. Insiste en que Guerrero tenía el documento extraviado, y sospechaba que además caducado, de ahí que reclamara un certificado policial donde constaran estos extremos a fin de poder justificar ante el juez la no entrega del documento físico. Así, el condenado había solicitado cita previa para realizar ese trámite y acudió a las 11,30 horas la comisaría, donde saltó la alerta para impedir su renovación. La letrada explica también que cuando una hora y media después acudió al juzgado para cumplir con el otro trámite impuesto por la Audiencia de Navarra, el de la firma, preguntó de nuevo cuál era el procedimiento para entregar el documento físico, y le informaron que no era necesario porque ya constaban en la base policial todos sus datos y la pérdida del pasaporte.

Guerrero se encuentra en libertad provisional desde el pasado viernes 22 de junio tras abonar la fianza de 6.000 euros que le impuso la Audiencia de Navarra para salir de prisión. La noticia de su supuesto intento de conseguir un nuevo pasaporte ha generado una cadena de reacciones de repulsa y de críticas a la libertad provisional de los condenados después de que el tribunal entendiera que no había riesgo de fuga.

La Fiscalía de la de Navarra pidió ayer en un recurso de cuatro páginas que La Manada vuelva a la cárcel, desmontando los argumentos de los jueces que facilitaron su libertad, y sentencia sin ambages que hay riesgo de fuga, riesgo de reiteración y desprotección de la víctima.