La llegada del AVE a Murcia ha desatado una auténtica insurrección. Las protestas en Murcia para exigir el soterramiento del tren de alta velocidad en el centro de la ciudad han arreciado hasta convertirse en un grave problema de orden público. Los vecinos quieren que el AVE pase bajo tierra, en lugar de en superficie, como se ha proyectado provisionalmente. Esto supone la construcción de un muro que dividirá la capital y diferentes barrios.

Los vecinos llevan más de 20 días consecutivos protagonizando concentraciones a favor del soterramiento y en contra del proyecto de la Sociedad Murcia Alta Velocidad, en la que están representadas las tres administraciones. Y la ciudad seguía ayer sin tren, cuando el presidente de Murcia, Fernando López Miras, afirmó que el soterramiento «es una reivindicación justa de los vecinos» y aseguró que «está garantizado».

López Miras resaltó que «es justo y necesario que se eliminen de la ciudad de Murcia las vías que desde hace 156 años separan a los vecinos de uno y otro lado», por lo que la intención es «acabar con esa barrera arquitectónica». «Por eso debemos hacerlo con el soterramiento de las vías, algo que está proyectado y que tiene presupuesto».

Pese a todo, la tensión seguía, mientras algunos se quejaban de la poca atención del asunto en los medios nacionales. El tráfico ferroviario que conecta la capital murciana con Alicante, Cartagena, Madrid y Barcelona continuaba ayer suspendido, por segundo día, por los daños en el tendido férreo y los sistemas de seguridad provocados durante actos vandálicos de la noche del martes.

Fue ese día cuando se vivió uno de los momentos más tensos. Los obreros tuvieron que paralizar las tareas de instalación de las pantallas protectoras a causa de las protestas de los vecinos concentrados en el paso a nivel de Santiago el Mayor. Un centenar de personas permanecieron en el entorno de las vías, donde comenzaron a concentrarse a primera hora después de que los padres que llevaban a sus hijos al colegio detectaran que habían comenzado las labores de instalación de los paneles de hormigón que separarán las vías de la población. Esa protesta acabó finalmente cortando el tráfico ferroviario, movilizando a miles de vecinos y finalizó con disturbios, enfrentamiento y detenidos.

INFRAESTRUCTURA DAÑANA / El Ayuntamiento de Murcia lamentaba un día después los enfrentamientos, que terminaron con una ola de actos vandálicos. También intervino tras la deriva de tensión la Plataforma Pro-Soterramiento, que ha condenado públicamente la «violencia institucional, la policial y la de elementos ajenos» a la propia plataforma que «inevitablemente se han inmiscuido». Los promotores de este colectivo han pedido a quienes se manifiesten que lo hagan «desde la cordura y la no violencia». Adif detalló ayer los daños que las protestas han ocasionado en máquinas, vías y sistemas de seguridad, y que provocaron que la noche del martes se paralizara la circulación. Por su parte, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, instó a la plataforma a que «detenga la espiral de violencia» de los últimos días ante el riesgo de que la contratista de las obras no pueda ejecutarlas y abandone el proyecto.