El canon digital, que murió el uno de enero del 2012, acaba de resucitar como «compensación por copia privada». Después de las fortísimas presiones de las autoridades europeas, el Gobierno dio ayer vía libre al nuevo modelo de compensación a los autores por las copias privadas que los usuarios hacen de libros, discos, películas y videojuegos. Esta compensación -que en el 2012 fue cargada a los Presupuestos Generales del Estado, una norma declarada ilegal por la Unión Europea- volverán a asumirla los fabricantes de tecnología, sin que, en principio, la deban repercutir en los usuarios.

Es decir, vuelve el canon digital pero sin que se explicite en la factura, como en los últimos tiempos de la norma del 2007. Sin embargo, hablar de copia privada en los tiempos del streaming demuestra que la tecnología va siempre por delante de las leyes.

El resucitado canon digital -aprobado en el Consejo de Ministros- entrará en vigor no antes de agosto, dependiendo del trámite parlamentario y su publicación en el BOE y será vigente durante un año. A partir de entonces, comenzará una negociación entre la patronal de la tecnología, las gestoras de los derechos de autor y el ministerio sobre las nuevas cantidades, que serán válidas al menos durante tres años, según el ministerio.

EL USUARIO NO PAGA / Según las cifras provisionales, el canon de los cedés será menos de un céntimo de euro y los DVD, 21 céntimos. Mientras, los móviles con internet (smartphones) estarán gravados con 1,10 euros y las tabletas, con 3,15. Se trata de cantidades más bajas que la media europea, según destacaron fuentes de Adepi, Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual. Quedarán exentos del gravamen, además, cualquier profesional que pueda demostrar que los dispositivos de copia son solo para su uso personal y no para clonar material de otros. Es el caso de los abogados, escritores... y las administraciones públicas.

En ningún caso estas cifras serán abonadas por el usuario de manera directa. Serán los fabricantes los que tendrán que pagar a las entidades de gestión el canon (la compensación a los autores es un derecho recogido en todos los países europeos). Otra cosa es que la industria decida subir el precio de sus productos para equilibrar la nueva norma. En todo caso, cuando el canon digital murió en el 2012 y la compensación a los autores se trasladó a los Presupuestos Generales del Estado, los productos informáticos no bajaron de precio.

Fuentes de Adepi, asociación que reúne a las principales entidades de gestión, aplaudieron la aprobación del real decreto ley, aunque recordaron al Ejecutivo del PP que lo tenían que haber hecho hace un año, cuando el Tribunal de Justicia Europea declaró ilegal el sistema español sufragado con cargo a los Presupuestos del Estado.

En noviembre, además, el Tribunal Supremo lo declaró nulo. Las mismas fuentes de Adepi confían en que los importes provisionales recogidos en el texto serán «ajustados con criterios objetivos» durante el desarrollo reglamentario del nuevo sistema, teniendo en cuenta que son «objetivamente más bajos que los de los países de nuestro entorno».