El ministro de Cultura, José Guirao, anunció ayer que el Gobierno va a implementar una partida de 3,5 millones de euros para los planes de salvaguarda de bienes culturales ante emergencias.

Guirao hizo estas declaraciones tras la celebración del Consejo de Patrimonio Histórico que se reunió en Madrid para abordar los planes de salvaguarda de bienes culturales ante emergencias, que se enmarcan dentro del Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en el Patrimonio Cultural de 2015. «Aunque este tema lo haya puesto de actualidad el incendio de Notre Dame, no es un tema que se haya empezado con ello, pero a raíz de la alarma social se ha convocado esta reunión para seguir avanzando y tranquilizar a la opinión pública», explicó el ministro.

Según detalló, el Ministerio de Cultura y Deporte aporta 3 millones de fondos procedentes de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos y de la Dirección General de Bellas Artes, responsable de la aplicación de los Planes Nacionales de Conservación. A esta partida se añade medio millón que sale del Ministerio de Fomento proveniente de la Dirección General de Arquitectura y Vivienda a través de las ayudas del 1,5% cultural.

PRIORIDADES / Así, el paso inicial será seleccionar el conjunto de instituciones prioritarias que precisarán inversión en este primer periodo, que incluirá centros y bienes gestionados tanto por el Estado como por las comunidades autónomas. «Ya están todas las comunidades trabajando, unas más avanzadas, y el propio ministerio tiene planes en fase de implantación y otros implantados. Aunque el tema saltó con el incendio de Notre Dame (el pasado 15 de abril) quiero transmitir un mensaje de tranquilidad de que el Estado español en este tema venía trabajando desde hace años», aseguró el titular de Cultura.

Los planes de salvaguarda están contemplados en el Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en el Patrimonio Cultural, aprobado en el Consejo de Patrimonio Histórico celebrado en Mahón en marzo de 2015. En esa línea, la Dirección General de Bellas Artes ya creó en noviembre de 2018 el grupo de trabajo para la implantación de los planes de salvaguarda, cuyos resultados se presentaron ayer.

Para Guirao, el riesgo «cero es imposible», aunque puntualizó que en los pliegos de contratación de obras del Ministerio de Cultura «se ponen condiciones» para evitar este tipo de problemas. «Pero hemos visto que en Notre Dame tenían prohibido fumar los obreros en las obras y luego fumaban, aunque no sabemos si es el motivo», contó como «detalle anecdótico».

En la actualidad, entre las comunidades autónomas más avanzadas en estos planes de salvaguarda están Asturias, Castilla y León o Murcia, e incidió en que todas tienen que trabajar con una misma metodología: «De lo que se trata es que nadie se invente una por su cuenta, sino que haya una central, porque que esto es la clave en prevención, el cimiento».

«Queremos transmitir en todos los ámbitos, tanto de la Administración central como de las autonómicas, que se ha dado un avance y se está coordinando este tema entre todas las administraciones implicadas, incluidas las instituciones privadas, porque hay bienes que están en manos particulares», manifestó Guirao. Acompañado por el director de Bellas Artes, Román Ferández-Baca, el ministro agregó que en planes de salvaguarda de bienes culturales «no hay plazos», ya que son «abiertos y cada monumento tiene unos problemas», aunque la revisión debe «ser constante».

El ministro se reunirá el 3 de mayo, en París, con sus homólogos de la UE para estudiar la puesta en marcha de un mecanismo europeo de salvaguarda del patrimonio en riesgo.