Un activista gay norirlandés ha denunciado al Reino Unido ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), después de que el Supremo británico dictaminase el pasado año que una pastelería de Belfast no es culpable de un delito de discriminación por negarse a confeccionar una tarta con un eslogan a favor del matrimonio entre homosexuales.

Gareth Lee inició en 2014 una batalla legal contra los dueños de "Ashers Bakery" porque se negaron, alegando motivos religiosos, a poner en una tarta la imagen de los muñecos del programa infantil "Barrio Sésamo" "Epi y Blas" y el mensaje escrito "Apoya el Matrimonio Gay".

Un juzgado de primera instancia dio la razón al activista al entender que "Ashers Bakery" no es un grupo religioso, sino una empresa "que conduce su negocio con el objetivo de obtener beneficios" y, por lo tanto, concluyó que había cometido un delito de discriminación al negarse a cumplir el pedido del cliente por razones de conciencia.

La pastelería, un negocio de la familia McArthur con años de experiencia en la capital norirlandesa, recurrió esa decisión en 2016, pero el tribunal de apelaciones de Belfast, compuesto por tres jueces, volvió a rechazar los argumentos de los demandantes, que argumentaron que su pastelería no quiere dar la impresión de que apoya el matrimonio gay al incluir mensajes al respecto.

"Evitar precedentes"

Ese planteamiento, por contra, sí fue aceptado por el Tribunal Supremo de Londres, que aseguró que nadie puede obligar a los pasteleros a "suministrar una tarta" que lleve "un mensaje con el que están en profundo desacuerdo".

Los abogados de Lee explicaron este jueves en un comunicado que la demanda interpuesta ante el TEDH no "implica directamente" a los dueños "Ashers Bakery" ni "cuestiona su derecho a tener creencias religiosos o políticas propias".

"Por contra, el caso se presenta contra el Reino Unido, como miembro de la Corte Europea", precisaron los letrados en la nota, que sostienen que la sentencia de la más alta instancia judicial británica no "valoró adecuadamente los derechos de Lee amparados por la Convención Europea de Derechos Humanos".

Por su parte, el activista aseguró que su objetivo es evitar que "cualquier empresa" pueda "elegir a su gusto a qué clientes quiere servir y a cuales no", dado que ello, advirtió, "podría establecer un precedente peligroso".

Uniones civiles, no matrimonio

El Gobierno autónomo norirlandés, de poder compartido entre católicos y protestantes, introdujo en 2005 la ley de Asociación Civil para personas del mismo sexo, la cual concede a esas parejas los mismos derechos y responsabilidades que a los matrimonios heterosexuales. No obstante, a diferencia de la legislación en Inglaterra, Gales o de la vecina República de Irlanda, estas uniones no llevan el nombre de "matrimonio homosexual" en Irlanda del Norte.

Este y otros asuntos, como el de la legalización del aborto, mantiene enfrentados a las dos principales formaciones de la provincia, el ultraconservador Partido Democrático Unionista (DUP) y el nacionalista Sinn Féin, mayoritarios entre las comunidades protestante y católica, respectivamente.

La falta de acuerdo sobre estas cuestiones ha impedido que regresen al Ejecutivo de poder compartido, que permanece suspendido desde enero de 2017.