Un funcionario de prisiones juzgado ayer por delitos contra la integridad de varias reclusas de Alcalá de Guadaíra, abusos sexuales a una y actividades prohibidas a funcionarios, negó ayer todos los cargos y denunció que todo obedece a la «animadversión» de la directora de la cárcel hacia él. El fiscal pide una pena de siete años y medio de prisión.