El fuerte viento que ayer tarde empezó a soplar, con rachas de componente sur que podían alcanzar los 100 kilómetros por hora en zonas de montaña, complicó ayer las tareas de extinción de la treintena de fuegos que permanecen activos en Asturias y Cantabria. En previsión de que ese viento pudiese reavivar los fuegos, las brigadas de extinción intensificaron ayer las labores de enfriamiento y estabilización, según el consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez, que pidió cautela porque, a pesar de que empezó a llover en algunos puntos, el viento sur complica la situación.

Esa circunstancia, unida a la sequedad del terreno, ha sido una de las causas que han contribuido a esta oleada de incendios que, en el caso de Asturias, han alcanzado los 350 en cinco días. En Cantabria, han sido 18 los incendios declarados ens 24 horas, nueve aúna ctivos.