Los forenses exhumaron ayer por la tarde el cadáver que estaba enterrado en el jardín de la casa de Mónica Borràs, la mujer desaparecida hace diez meses en Terrassa (Barcelona), y lo trasladaron para practicarle la autopsia. Según informaron fuentes jurídicas, dos forenses especializados en el tratamiento de huesos se encargaron a lo largo de ayer de desenterrar los restos mortales hallados en el jardín y de protegerlos para que estuvieran en condiciones de practicar la autopsia posteriormente.

Hacia las 15.30 horas, la comitiva judicial extrajo el cuerpo sepultado de la vivienda y, en un coche fúnebre, el cadáver fue trasladado a las dependencias médicas donde los forenses tienen previsto practicarle la autopsia en la próximas horas.

Las pruebas forenses serán claves para determinar si el cadáver hallado en el jardín de la casa de Terrassa es el de Mònica Borràs, aunque todos los indicios apuntan que así es, y determinar las causas del fallecimiento.

Por la presunta desaparición de Borràs, los Mossos d’Esquadra detuvieron el miércoles al excompañero de la víctima, que residía con ella en la casa de Terrassa donde se encontró el cadáver y en las últimas horas confesó a los agentes haber matado a la mujer.

El cadáver fue hallado este miércoles en el jardín de la casa de la calle Volta de Terrassa donde vivía el fallecido con Borràs, con la ayuda de un georradar, y a lo largo del día de ayer los forenses exhumaron el cuerpo, que estaba sepultado bajo una gran cantidad de materiales de construcción.

Una vez trasladado el cadáver, los Mossos d’Esquadra se llevaron de nuevo a la comisaría al detenido, que desde el miércoles presenció en su vivienda las tareas para localización y exhumación del cuerpo. El cadáver se encontraba bajo una espesa capa de yeso, enterrado en el taller.